Tiene 46 años y trece de ellos lleva al frente del Real Valladolid. Un tercio de su vida mandando en los despachos de un club que afronta una dura temporada con el mismo objetivo que los verdiblancos, es decir, regresar a finales de junio a la Primera división. Es Carlos Suárez, presidente de la entidad blanquivioleta. Cuando llegó al palco de Zorrilla coincidió, entre otros, con Manuel Ruiz de Lopera, pero a día de hoy no echa de menos al que fuera dueño del Betis durante mucho tiempo y sí a otro presidente verdiblanco, Miguel Guillén, al que cataloga como su “amigo”. No olvida lo ocurrido en la penúltima jornada de la pasada temporada, cuando su equipo tiró media permanencia por la borda al perder en el Benito Villamarín ante el ya descendido Betis por cuatro tantos a tres. Valora para ABC la presión que acompaña al Betis y al Valladolid por el ascenso y pide paciencia para otra persona a la que tiene aprecio, el técnico verdiblanco, Julio Velázquez.
—¿Qué partido espera hoy?
—Nos pilla pronto. Los dos equipos se están haciendo, al igual que ocurre con el otro descendido, el Osasuna. El Betis ha confecionado un gran equipo. Les está costando algo más por aquello del cambio de entrenador pero creo que al final tendrán buenos resultados.
—¿El Betis es más candidato al ascenso que el Valladolid?
—Si hablamos de presupuesto no hay duda. Ellos doblan en número a muchos equipos de la categoría. Pero el fútbol es algo más que dinero y habrá que esperar al devenir de la competición. Tienen presión por su historia y por la afición que les acompaña. Debe ser, por un lado, una felicidad absoluta saber que tienes 35.000 espectadores en tu estadio todos los domingos pero por otro lado puedes estar un poco acongojado por tener que dar explicaciones a todos ellos si las cosas no salen bien.
—Será especial reencontrarse con un viejo amigo como Julio Velázquez.
—Tengo buena relación con él desde que lo trajimos del Polideportivo Ejido. No podíamos permitir que un tipo de Valladolid con proyección estuviera entrenando tan lejos (sonríe). Siempre pensé que podía ser un buen entrenador. Es serio pero un buen tipo. Un apasionado del fútbol. Tenía claro desde que lo fichamos que el fútbol era su vida. Lo tuvimos en el Valladolid Promesas y llegó un momento en el que se planteó la posibilidad de salir. No se dio el caso de que pudiera coger el cargo de primer entrenador del Valladolid pero es una persona que aquí en Valladolid se le debe tratar con cariño.
—¿Habría sido un disparate cesarle de su cargo en el Betis tras las dos derrotas seguidas?
—Por supuesto. Julio es joven pero cuenta con experiencia. Sabe que encajar dos derrotas a las primeras de cambio puede entrar dentro de lo normal. Quizás no ha vivido la presión de tener 35.000 personas pidiendo resultados con urgencia pero estuvo en Villarreal. Allí también tenía la presión del ascenso. Tuvo lesiones y lo echaron antes de Navidad. Luego, al nuevo entrenador, Marcelino, le trajeron fichajes y el equipo ascendió. ¿De quién es el mérito? El fútbol,a veces, es injusto.
—¿Sigue molesto por la derrota de su equipo ante el descendido Betis de la pasada temporada?
—No estoy cabreado. Sólo mantengo que me chocó lo ocurrido, que un equipo descendido como el
Betis estuviera tan motivado. Lo que dije no iba contra los jugadores del Betis. Entiendo que después de una temporada tan mala como la que habían hecho tuvieran que ganar en el último partido en su casa, pero no sé..Me choca lo ocurrido pero tendría que tener pruebas para demostrar que pasó algo raro. Es cierto y no lo digo yo sólo, que en las últimas jornadas de los campeonatos pasan cosas atípicas. Ahora parece que se están poniendo los medios para investigar y aclarar lo ocurrido en varios partidos.
—Hace unos meses se le escapó en el campo del Betis la permanencia que consiguió en 2009.
—Uff, aquello no se olvida. A nosotros nos valían dos de los tres resultados. A ellos sólo la victoria. El ambiente era tremendo. Recuerdo que tiraron una lata contra el palco que impactó en uno de mis vicepresidentes. En realidad no creo que fuera hacia nosotros ni tampoco contra el entonces presidente del Betis, Pepe León. Era producto de la mucha impotencia que tenían entonces los aficionados del Betis. Fue una tarde muy difícil y dura. La gente estuvo muy tensa porque pedían explicaciones a los mandatarios y no encontraban respuestas.
—En el palco ya no se sentaba por entonces Manuel Ruiz de Lopera, ¿se acuerda de él?
—No es que no lo eche de menos, tenía buena relación con él, pero en realidad eramos de generaciones distintas. Yo estaba empezando en el mundo del fútbol y Lopera llevaba años mandando en el Betis. Si digo la verdad, al que echo de menos es a Miguel Guillén. Somos casi de la misma edad y además nos conociamos del mundo empresarial. Es un tipo al que le tengo un gran cariño. La sensación de interinidad que se vive en el Betis no le hizo mucho bien y creo que se merecía haber tenido algo más de tiempo en el Betis.
Link: http://sevilla.abc.es/deportes/alfinaldelapalmera/noticias/real-betis/carlos-suarez-mas-que-lopera-en-el-palco-echo-de-menos-guillen-79510-1412453215.html
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—¿Qué partido espera hoy?
—Nos pilla pronto. Los dos equipos se están haciendo, al igual que ocurre con el otro descendido, el Osasuna. El Betis ha confecionado un gran equipo. Les está costando algo más por aquello del cambio de entrenador pero creo que al final tendrán buenos resultados.
—¿El Betis es más candidato al ascenso que el Valladolid?
—Si hablamos de presupuesto no hay duda. Ellos doblan en número a muchos equipos de la categoría. Pero el fútbol es algo más que dinero y habrá que esperar al devenir de la competición. Tienen presión por su historia y por la afición que les acompaña. Debe ser, por un lado, una felicidad absoluta saber que tienes 35.000 espectadores en tu estadio todos los domingos pero por otro lado puedes estar un poco acongojado por tener que dar explicaciones a todos ellos si las cosas no salen bien.
—Será especial reencontrarse con un viejo amigo como Julio Velázquez.
—Tengo buena relación con él desde que lo trajimos del Polideportivo Ejido. No podíamos permitir que un tipo de Valladolid con proyección estuviera entrenando tan lejos (sonríe). Siempre pensé que podía ser un buen entrenador. Es serio pero un buen tipo. Un apasionado del fútbol. Tenía claro desde que lo fichamos que el fútbol era su vida. Lo tuvimos en el Valladolid Promesas y llegó un momento en el que se planteó la posibilidad de salir. No se dio el caso de que pudiera coger el cargo de primer entrenador del Valladolid pero es una persona que aquí en Valladolid se le debe tratar con cariño.
—¿Habría sido un disparate cesarle de su cargo en el Betis tras las dos derrotas seguidas?
—Por supuesto. Julio es joven pero cuenta con experiencia. Sabe que encajar dos derrotas a las primeras de cambio puede entrar dentro de lo normal. Quizás no ha vivido la presión de tener 35.000 personas pidiendo resultados con urgencia pero estuvo en Villarreal. Allí también tenía la presión del ascenso. Tuvo lesiones y lo echaron antes de Navidad. Luego, al nuevo entrenador, Marcelino, le trajeron fichajes y el equipo ascendió. ¿De quién es el mérito? El fútbol,a veces, es injusto.
—¿Sigue molesto por la derrota de su equipo ante el descendido Betis de la pasada temporada?
—No estoy cabreado. Sólo mantengo que me chocó lo ocurrido, que un equipo descendido como el
Betis estuviera tan motivado. Lo que dije no iba contra los jugadores del Betis. Entiendo que después de una temporada tan mala como la que habían hecho tuvieran que ganar en el último partido en su casa, pero no sé..Me choca lo ocurrido pero tendría que tener pruebas para demostrar que pasó algo raro. Es cierto y no lo digo yo sólo, que en las últimas jornadas de los campeonatos pasan cosas atípicas. Ahora parece que se están poniendo los medios para investigar y aclarar lo ocurrido en varios partidos.
—Hace unos meses se le escapó en el campo del Betis la permanencia que consiguió en 2009.
—Uff, aquello no se olvida. A nosotros nos valían dos de los tres resultados. A ellos sólo la victoria. El ambiente era tremendo. Recuerdo que tiraron una lata contra el palco que impactó en uno de mis vicepresidentes. En realidad no creo que fuera hacia nosotros ni tampoco contra el entonces presidente del Betis, Pepe León. Era producto de la mucha impotencia que tenían entonces los aficionados del Betis. Fue una tarde muy difícil y dura. La gente estuvo muy tensa porque pedían explicaciones a los mandatarios y no encontraban respuestas.
—En el palco ya no se sentaba por entonces Manuel Ruiz de Lopera, ¿se acuerda de él?
—No es que no lo eche de menos, tenía buena relación con él, pero en realidad eramos de generaciones distintas. Yo estaba empezando en el mundo del fútbol y Lopera llevaba años mandando en el Betis. Si digo la verdad, al que echo de menos es a Miguel Guillén. Somos casi de la misma edad y además nos conociamos del mundo empresarial. Es un tipo al que le tengo un gran cariño. La sensación de interinidad que se vive en el Betis no le hizo mucho bien y creo que se merecía haber tenido algo más de tiempo en el Betis.
Link: http://sevilla.abc.es/deportes/alfinaldelapalmera/noticias/real-betis/carlos-suarez-mas-que-lopera-en-el-palco-echo-de-menos-guillen-79510-1412453215.html
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