Hernán Pérez, veloz extremo del Villarreal, cierra la actual plantilla blanquivioleta. El paraguayo firma para los próximos seis meses, tiempo decisivo para su recuperación
“Si considero que la plantilla del Real Madrid y la del Fútbol Club Barcelona son mejorables, cómo no va a serla la del Real Betis”. Estas palabras de Pepe Mel hace dos campañas, cuando su proyecto en el equipo verdiblanco vivía uno de sus mejores momentos, pueden haber sido adoptadas por Braulio Vázquez para no dar por cerrada la plantilla con las tres incorporaciones invernales que el club había realizado hasta la fecha. Cubriendo las bajas Dani Hernández y Roger Martí y sumando al equipo las cualidades de un delantero diferente como es Túlio de Melo, Rubi ha visto cumplida su petición de conseguir un extremo que consiguiera dar amplitud y velocidad al juego blanquivioleta. Así, y con relativa sorpresa, Hernán Pérez Rodríguez (Fernando de la Mora, 25/02/1989) es nuevo jugador blanquivioleta para los próximos seis meses.
El extremo paraguayo llega al estadio José Zorrilla en el último tramo de recuperación tras su grave lesión de rodilla producida en la cesión de la temporada pasada a Olympiakos. En el tiempo en el club heleno, Hernán sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Dolorido, regresó al Villarreal y, ahora, buscará en Valladolid los minutos que no ha conseguido tener para finalizar esa puesta a punto tras ésta y otras dolencias que no le han dejado estar al nivel esperado.
Futbolista precoz
Parte de locura, confianza, negocio y necesidad. Con estos cuatro ingredientes se podía definir lo que ocurre cuando un futbolista joven, muy joven, apunta maneras en Sudamérica. En Europa se suele cuidar o reservar más, según se quiera ver, a los jugadores de corta edad. Al otro lado del charco, no es así. Si un jugador despunta con 16 años, nadie le obliga a esperar ni a regularse. Si vales, al campo. Da igual la edad. El futbolista debuta en la élite y es él y su entorno los que gestionan cómo llevar su futuro.
Esta narración, que bien podría valer para hablar de Sergio Agüero, Pablo Aimar, Neymar o Luis Suárez, es la de Hernán Pérez, nuevo jugador del Real Valladolid. El extremo paraguayo debutaba en la máxima categoría de su país cuando sólo tenía 17 años. En las filas de Tacuary FC, el extremo debutaba en el ámbito profesional. Atrás quedaban ya sus etapas en equipos de formación como la escuela de Cristóbal Colón o Ytororó. Con su velocidad y una sorprendente gran definición, Hernán Pérez avanzaría a gran velocidad en la temporada 2007/2008 hasta el punto de conseguir cambiar de club, mejorarando sus prestaciones.
Primera lesión
Tras disputar 24 partidos ligueros y tres pertenecientes a la Copa Sudamericana, Club Libertad llamó a la puerta del nuevo jugador blanquivioleta. Un salto en su carrera que el jugador no pudo despreciar. El avance deportivo que significaba este traspaso ya que acudía a un club con participación en la Copa Libertadores, unido a su extraordinaria intervención en el sudamericano sub 20 de 2009, podría con el primer gran revés de la carrera del futbolista pucelano para, como poco, los próximos seis meses de competición.
Una lesión de rodilla dejó su bagaje en el Club Libertad muy bajo. Pocos minutos de juego pero una fortaleza que comenzaba a demostrar que el jugador podía con todas las piedras que intentaran cerrar su camino en el fútbol. Todo estos porque cuando parecía que, pese a su juventud, tenía su futuro encaminado ya que su alto a Europa, y más concretamente hacia Portugal, estaba hecho, su rodilla dijo “no”. Tuvo que esperar pero, por suerte, su gran participación en el sudamericano sub 20 de 2009, no pasó desapercibido para la amplia agenda de ojeadores del Villarreal. Conseguir firmar un segundo puesto, sólo por detrás de Brasil, fue un éxito para el país y para un Hernán Pérez que consiguió alzarse con el título de máximo goleador, empatado a cinco tantos con un compañero de equipo, Robin Ramírez y dos rivales, el brasileño Walter y el uruguayo Abel Hernández.
Llegada a Europa
Gracias a su velocidad y sus goles en el torneo en Venezuela, el Villarreal cerraba su fichaje de cara a la temporada 2009/2010 y con un contrato de cinco temporadas. Inicialmente, su hueco estaba en el filial amarillo, que por entonces estaba en la ‘Liga adelante’. En Segunda división, competición a la que regresa, su bagaje fue de dos temporadas. La primera de ellas junto a Juan Carlos Garrido, entrenador que más tarde apostaría por él en Primera, y la segunda junto a Xavi Gracia y Molina.
Entre una y otra, Hernán Pérez sumó 68 participaciones y anotó cinco tantos. Sus buenos registros le valieron para debutar en la Europa League en 2011 y para ganarse una ficha en el primer equipo en la temporada 2011/2012. Tristemente, esa campaña fue muy dura. El equipo nunca estuvo a su nivel y pese a iniciarse en Champions League, donde Pérez disputó cinco encuentros, el descenso de categoría terminó siendo su realidad. Tras un año en la élite el fútbol español, el nuevo jugador blanquivioleta regresaba, por primera vez, a Segunda división, aunque sólo fue por una temporada.
Cesión y lesión
Después de formar parte del vestuario que devolvió al equipo amarillo a Primera en sólo una temporada, Hernán seguiría en el equipo castellonense aunque no con mucha fortuna. 14 partidos disputados en el primer tramo de la campaña no fueron suficientes para él hasta el punto que en el mercado invernal de 2014 buscó una salida Entre las muchas opciones y propuestas encontradas, Olympiakos se llevó la palma y el futbolista acudía a Grecia con una cesión en la que se encontraba una opción de compra.
Allí, le esperaba Michel y una confianza mucho más alta de la encontrada en El Madrigal. Minutos de juego, protagonismo y goles. Todo parecía perfecto pero una nueva lesión se cruzó en su camino. Superada la dolencia de sus inicios en Paraguay y sus problemas de cadera en Villarreal, Hernán tenía que hacer frente a una rotura del ligamento cruzado anterior. Inicialmente, seis meses de baja que le restaban la opción de encontrar equipo o ganarse un hueco en el Villarreal durante el pasado verano. El paraguayo ha tenido que esperar hasta el mercado de invierno para encontrar un hueco que fuera atractivo para él. Lo hace en Valladolid, tierra que le espera con la emoción de la lucha de un ascenso, éxito que él ya conoce y que tiene muy reciente.
Link: http://www.linternadevelasco.es/wp/2015/01/30/quien-es-realmente-hernan-a-perez-gonzalez/
“Si considero que la plantilla del Real Madrid y la del Fútbol Club Barcelona son mejorables, cómo no va a serla la del Real Betis”. Estas palabras de Pepe Mel hace dos campañas, cuando su proyecto en el equipo verdiblanco vivía uno de sus mejores momentos, pueden haber sido adoptadas por Braulio Vázquez para no dar por cerrada la plantilla con las tres incorporaciones invernales que el club había realizado hasta la fecha. Cubriendo las bajas Dani Hernández y Roger Martí y sumando al equipo las cualidades de un delantero diferente como es Túlio de Melo, Rubi ha visto cumplida su petición de conseguir un extremo que consiguiera dar amplitud y velocidad al juego blanquivioleta. Así, y con relativa sorpresa, Hernán Pérez Rodríguez (Fernando de la Mora, 25/02/1989) es nuevo jugador blanquivioleta para los próximos seis meses.
El extremo paraguayo llega al estadio José Zorrilla en el último tramo de recuperación tras su grave lesión de rodilla producida en la cesión de la temporada pasada a Olympiakos. En el tiempo en el club heleno, Hernán sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Dolorido, regresó al Villarreal y, ahora, buscará en Valladolid los minutos que no ha conseguido tener para finalizar esa puesta a punto tras ésta y otras dolencias que no le han dejado estar al nivel esperado.
Futbolista precoz
Parte de locura, confianza, negocio y necesidad. Con estos cuatro ingredientes se podía definir lo que ocurre cuando un futbolista joven, muy joven, apunta maneras en Sudamérica. En Europa se suele cuidar o reservar más, según se quiera ver, a los jugadores de corta edad. Al otro lado del charco, no es así. Si un jugador despunta con 16 años, nadie le obliga a esperar ni a regularse. Si vales, al campo. Da igual la edad. El futbolista debuta en la élite y es él y su entorno los que gestionan cómo llevar su futuro.
Esta narración, que bien podría valer para hablar de Sergio Agüero, Pablo Aimar, Neymar o Luis Suárez, es la de Hernán Pérez, nuevo jugador del Real Valladolid. El extremo paraguayo debutaba en la máxima categoría de su país cuando sólo tenía 17 años. En las filas de Tacuary FC, el extremo debutaba en el ámbito profesional. Atrás quedaban ya sus etapas en equipos de formación como la escuela de Cristóbal Colón o Ytororó. Con su velocidad y una sorprendente gran definición, Hernán Pérez avanzaría a gran velocidad en la temporada 2007/2008 hasta el punto de conseguir cambiar de club, mejorarando sus prestaciones.
Primera lesión
Tras disputar 24 partidos ligueros y tres pertenecientes a la Copa Sudamericana, Club Libertad llamó a la puerta del nuevo jugador blanquivioleta. Un salto en su carrera que el jugador no pudo despreciar. El avance deportivo que significaba este traspaso ya que acudía a un club con participación en la Copa Libertadores, unido a su extraordinaria intervención en el sudamericano sub 20 de 2009, podría con el primer gran revés de la carrera del futbolista pucelano para, como poco, los próximos seis meses de competición.
Una lesión de rodilla dejó su bagaje en el Club Libertad muy bajo. Pocos minutos de juego pero una fortaleza que comenzaba a demostrar que el jugador podía con todas las piedras que intentaran cerrar su camino en el fútbol. Todo estos porque cuando parecía que, pese a su juventud, tenía su futuro encaminado ya que su alto a Europa, y más concretamente hacia Portugal, estaba hecho, su rodilla dijo “no”. Tuvo que esperar pero, por suerte, su gran participación en el sudamericano sub 20 de 2009, no pasó desapercibido para la amplia agenda de ojeadores del Villarreal. Conseguir firmar un segundo puesto, sólo por detrás de Brasil, fue un éxito para el país y para un Hernán Pérez que consiguió alzarse con el título de máximo goleador, empatado a cinco tantos con un compañero de equipo, Robin Ramírez y dos rivales, el brasileño Walter y el uruguayo Abel Hernández.
Llegada a Europa
Gracias a su velocidad y sus goles en el torneo en Venezuela, el Villarreal cerraba su fichaje de cara a la temporada 2009/2010 y con un contrato de cinco temporadas. Inicialmente, su hueco estaba en el filial amarillo, que por entonces estaba en la ‘Liga adelante’. En Segunda división, competición a la que regresa, su bagaje fue de dos temporadas. La primera de ellas junto a Juan Carlos Garrido, entrenador que más tarde apostaría por él en Primera, y la segunda junto a Xavi Gracia y Molina.
Entre una y otra, Hernán Pérez sumó 68 participaciones y anotó cinco tantos. Sus buenos registros le valieron para debutar en la Europa League en 2011 y para ganarse una ficha en el primer equipo en la temporada 2011/2012. Tristemente, esa campaña fue muy dura. El equipo nunca estuvo a su nivel y pese a iniciarse en Champions League, donde Pérez disputó cinco encuentros, el descenso de categoría terminó siendo su realidad. Tras un año en la élite el fútbol español, el nuevo jugador blanquivioleta regresaba, por primera vez, a Segunda división, aunque sólo fue por una temporada.
Cesión y lesión
Después de formar parte del vestuario que devolvió al equipo amarillo a Primera en sólo una temporada, Hernán seguiría en el equipo castellonense aunque no con mucha fortuna. 14 partidos disputados en el primer tramo de la campaña no fueron suficientes para él hasta el punto que en el mercado invernal de 2014 buscó una salida Entre las muchas opciones y propuestas encontradas, Olympiakos se llevó la palma y el futbolista acudía a Grecia con una cesión en la que se encontraba una opción de compra.
Allí, le esperaba Michel y una confianza mucho más alta de la encontrada en El Madrigal. Minutos de juego, protagonismo y goles. Todo parecía perfecto pero una nueva lesión se cruzó en su camino. Superada la dolencia de sus inicios en Paraguay y sus problemas de cadera en Villarreal, Hernán tenía que hacer frente a una rotura del ligamento cruzado anterior. Inicialmente, seis meses de baja que le restaban la opción de encontrar equipo o ganarse un hueco en el Villarreal durante el pasado verano. El paraguayo ha tenido que esperar hasta el mercado de invierno para encontrar un hueco que fuera atractivo para él. Lo hace en Valladolid, tierra que le espera con la emoción de la lucha de un ascenso, éxito que él ya conoce y que tiene muy reciente.
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