Símbolo en Valladolid, no triunfó como azulgrana
El paso de la Masía el Miniestadi, como preludio al gran salto definitivo antes de pisar el tapiz verde del templo del Camp Nou, es un paso adelante al alcance de algunos pocos elegidos.
Conceptualmente, una distancia enorme. En metros, unos 600 aproximadamente, metro arriba, metro abajo. Más de medio kilómetro que muchos jóvenes valores del fútbol formativo del Barça no llegan a recurrir nunca. Hay, sin embargo, capaces de ir como si nada desde la antigua residencia de los jugadores de la cantera en el campo del filial, dando toques de balón, sin que se caiga ni una sola vez en el suelo, en poco más de 15 minutos y cruzando la calle un par de veces, para acabar dejando el balón en uno de los baúles donde se guarda el material. Este es Onésimo (14-08-1968, Valladolid). Genio y figura. " Chapi Ferrer, Herrera, Busquets padre, Pinilla, Álex ... me retaron a hacerlo y los gané la apuesta [risas]", recuerda el actual técnico del Toledo. "Yo era un jugador diferente, con unas condiciones particulares y con un cierto virtuosismo. La habilidad con el balón era mi principal virtud. No era muy rápido, pero tenía un buen primer control, era hábil con el balón en los pies y siempre me gustaba llevarla pegada a la bota. Unas cualidades que me permitían driblar con facilidad el rival y escaparme algunos golpes de dos, tres o cuatro jugadores ", explica. No miente. Las videotecas la avalan.
Hablar de Onésimo es hablar de un virtuoso del regate. Talento innato. Pura fantasía. Unas cualidades que llamaron la atención de Johan Cruyff y le abrieron las puertas de Can Barça, procedente del Cádiz y anteriormente en Valladolid, con el que había debutado tres años antes en primera división a través de Xabier Azkargorta: "Yo siempre digo que debuté dos veces. Una de manera anecdótica pero oficial, en el que jugué sólo tres minutos contra el Sevilla. Y otra, de verdad, contra el Zaragoza, de titular y en la que me salió un partido redondo que me permitió abrirme paso a la élite ", recuerda. En Can Barça, sin embargo, sólo estuvo una temporada (1989/90), año en que el club ganó la copa del Rey. "Siempre he pensado que llegué a Barcelona demasiado joven. Sólo tenía 20 años y era casi un desconocido. En los lugares tienes que llegar en el momento adecuado, y aquel no lo era. En aquel equipo había gente del talento de Laudrup, Koeman, Eusebio, Zubi, Txiki ... y era muy difícil jugar, y más para un chico tan joven ", explica Onésimo. A pesar de todo, guarda gran récord de aquella etapa: "Pasar por un club tan grande como el FC Barcelona siempre te hace crecer. Me sirvió para madurar como futbolista y como persona. Y, además, pude trabajar con Cruyff, un entrenador pionero, que me marcó muchísimo como futbolista ", dice. Tras su paso efímero por el Barça, volvió a casa. Y de Valladolid, en Sevilla, Vallecas, Burgos y Palencia, donde colgó las botas a los 33 años.
En la temporada 2006/07 comenzó su aventura en los banquillos, entrenando al filial del Valladolid. En 2008 consiguió el ascenso a segunda con el Huesca y dos años más tarde entrenó durante sólo dos meses al Valladolid en primera, sustituyendo José Luis Mendilibar, y antes de que el club decidiera destituirlo por no haber podido enderezar la trayectoria del equipo. Posteriormente, volvió al Huesca y desde febrero dirige el Murcia, como relevo de Gustavo Siviero y con el objetivo de mantener el equipo en segunda: "Los que hemos nacido y moriremos siendo futbolistas no podemos estar lejos de una pelota, y ser entrenador es la evolución natural. Siempre me ha gustado y he podido aprender de maestros como Cruyff, Maturana, Bilardo y Camacho. "
Como jugador del Real Valladolid, los números de Onésimo son los que siguen:
-Jugó con el Real Valladolid un total de 158 partidos oficiales repartidos en 5 temporadas. En ellos hizo 15 goles
-En liga jugó 136 partidos de los cuales, 106 fueron en Primera División y 30 en Segunda. En la máxima categoría marcó con el Valladolid 7 goles (al Murcia, al Osasuna, al Athletic, al Barcelona, al Español, al Tenerife y al Mallorca). En Segunda hizo gol ante el Betis, el Mérida, el Figueras y el Compostela.
-En Copa del Rey jugó 22 partidos como blanquivioleta en los que marcó 4 goles.
El paso de la Masía el Miniestadi, como preludio al gran salto definitivo antes de pisar el tapiz verde del templo del Camp Nou, es un paso adelante al alcance de algunos pocos elegidos.
Conceptualmente, una distancia enorme. En metros, unos 600 aproximadamente, metro arriba, metro abajo. Más de medio kilómetro que muchos jóvenes valores del fútbol formativo del Barça no llegan a recurrir nunca. Hay, sin embargo, capaces de ir como si nada desde la antigua residencia de los jugadores de la cantera en el campo del filial, dando toques de balón, sin que se caiga ni una sola vez en el suelo, en poco más de 15 minutos y cruzando la calle un par de veces, para acabar dejando el balón en uno de los baúles donde se guarda el material. Este es Onésimo (14-08-1968, Valladolid). Genio y figura. " Chapi Ferrer, Herrera, Busquets padre, Pinilla, Álex ... me retaron a hacerlo y los gané la apuesta [risas]", recuerda el actual técnico del Toledo. "Yo era un jugador diferente, con unas condiciones particulares y con un cierto virtuosismo. La habilidad con el balón era mi principal virtud. No era muy rápido, pero tenía un buen primer control, era hábil con el balón en los pies y siempre me gustaba llevarla pegada a la bota. Unas cualidades que me permitían driblar con facilidad el rival y escaparme algunos golpes de dos, tres o cuatro jugadores ", explica. No miente. Las videotecas la avalan.
Hablar de Onésimo es hablar de un virtuoso del regate. Talento innato. Pura fantasía. Unas cualidades que llamaron la atención de Johan Cruyff y le abrieron las puertas de Can Barça, procedente del Cádiz y anteriormente en Valladolid, con el que había debutado tres años antes en primera división a través de Xabier Azkargorta: "Yo siempre digo que debuté dos veces. Una de manera anecdótica pero oficial, en el que jugué sólo tres minutos contra el Sevilla. Y otra, de verdad, contra el Zaragoza, de titular y en la que me salió un partido redondo que me permitió abrirme paso a la élite ", recuerda. En Can Barça, sin embargo, sólo estuvo una temporada (1989/90), año en que el club ganó la copa del Rey. "Siempre he pensado que llegué a Barcelona demasiado joven. Sólo tenía 20 años y era casi un desconocido. En los lugares tienes que llegar en el momento adecuado, y aquel no lo era. En aquel equipo había gente del talento de Laudrup, Koeman, Eusebio, Zubi, Txiki ... y era muy difícil jugar, y más para un chico tan joven ", explica Onésimo. A pesar de todo, guarda gran récord de aquella etapa: "Pasar por un club tan grande como el FC Barcelona siempre te hace crecer. Me sirvió para madurar como futbolista y como persona. Y, además, pude trabajar con Cruyff, un entrenador pionero, que me marcó muchísimo como futbolista ", dice. Tras su paso efímero por el Barça, volvió a casa. Y de Valladolid, en Sevilla, Vallecas, Burgos y Palencia, donde colgó las botas a los 33 años.
En la temporada 2006/07 comenzó su aventura en los banquillos, entrenando al filial del Valladolid. En 2008 consiguió el ascenso a segunda con el Huesca y dos años más tarde entrenó durante sólo dos meses al Valladolid en primera, sustituyendo José Luis Mendilibar, y antes de que el club decidiera destituirlo por no haber podido enderezar la trayectoria del equipo. Posteriormente, volvió al Huesca y desde febrero dirige el Murcia, como relevo de Gustavo Siviero y con el objetivo de mantener el equipo en segunda: "Los que hemos nacido y moriremos siendo futbolistas no podemos estar lejos de una pelota, y ser entrenador es la evolución natural. Siempre me ha gustado y he podido aprender de maestros como Cruyff, Maturana, Bilardo y Camacho. "
Como jugador del Real Valladolid, los números de Onésimo son los que siguen:
-Jugó con el Real Valladolid un total de 158 partidos oficiales repartidos en 5 temporadas. En ellos hizo 15 goles
-En liga jugó 136 partidos de los cuales, 106 fueron en Primera División y 30 en Segunda. En la máxima categoría marcó con el Valladolid 7 goles (al Murcia, al Osasuna, al Athletic, al Barcelona, al Español, al Tenerife y al Mallorca). En Segunda hizo gol ante el Betis, el Mérida, el Figueras y el Compostela.
-En Copa del Rey jugó 22 partidos como blanquivioleta en los que marcó 4 goles.
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