El Real Valladolid hace valer su altísima eficacia en tierras cántabras y se hace acreedor del triunfo gracias a los goles de Timor, Óscar, Pereira y Óscar
Resulta paradójico reconocerlo, pero lo cierto es que el Real Valladolid consiguió vencer con una goleada a domicilio en Santander en un partido que, en realidad, fue poco brillante por lo que respecta al juego. Los blanquivioleta firmaron una mala primera parte pero se fueron con ventaja al descanso gracias a un afortunado gol de Timor y, ya en la segunda, sentenciaron sin piedad con unos minutos de gran eficacia. 45 puntos en la tabla, con el tropiezo ante el Lugo ya olvidado.
Rubi apostó por los mismos jugadores que empataron ante los gallegos, con la única novedad de Samuel por el sancionado Rueda. Le costó al Pucela coger el aire del partido. Los visitantes no se hacían con la posesión y, para colmo, se vieron cargados con amarillas para los dos centrales, Samuel y Valiente. Una circunstancia preocupante sobre todo si se tiene en cuenta la velocidad de Koné en la punta de ataque de un equipo cántabro que cerraba las vías de salida del Real Valladolid. No había acercamientos peligrosos a ninguna de las dos áreas, pero era el Racing el que estaba mejor asentado en el terreno de juego.
Los de Rubi se desembarazaron paulatinamente del dominio local y, por una vez, se vieron favorecidos por un gol afortunado de Timor, el segundo en Liga del valenciano. El zurdo exhibió su cañón en un libre directo y tuvo la fortuna de que el balón rebotó en la barrera y descolocó por completo a Mario. El gol, a la media hora de juego, no sirvió para que el Pucela tomara el control del partido, más bien al contrario. El Racing se estiró y los visitantes no eran capaces de hacer daño al contragolpe, lo que daba esperanzas a los locales después de una primera parte en la que los dos cancerberos pasaron inadvertidos.
La charla y la reflexión en el descanso sirvieron para cambiar las cosas. Y de qué manera. Ya avisó Samuel con un testarazo que se fue alto tras un buen servicio a balón parado de Omar. A la segunda fue la vencida y Omar botó un buen saque de esquina para la prolongación de Timor y el remate a placer de Valiente en el segundo palo. El Pucela daba otra imagen y no por el segundo gol, sino también por la manera de morder en cada jugada.
El Pucela, matador
El colegiado perdonó la roja a uno de los gemelos San Emeterio por una feísima entrada a Chica y, acto seguido, no señaló un claro penalti en el área de Varas por falta del propio jugador catalán. La jugada siguió y Mojica centró desde la izquierda para que Pereira, tras un gran movimiento sin balón, fusilara con la zurda. Una clara muestra de que, esta vez sí, el Pucela tenía el colmillo afilado y no iba a dejar pasar la oportunidad de llevarse los tres puntos que no pudo conseguir la semana pasada ante el Lugo.
Otra gran jugada iniciada por Omar y continuada por Pereira permitió que Óscar empujara a placer el cuarto de la tarde, el décimo del salmantino en Liga. El Real Valladolid mostraba la eficacia que le ha faltado durante gran parte de la temporada y sentenciaba el partido cuando aún restaba prácticamente media hora para el pitido final. Concha recortó distancias y el exblanquivioleta Quique vio cómo Medié Jiménez le anulaba un gol marcado en fuera de juego por una mano en realidad intrascendente. Doble error del colegiado en una jugada que no tuvo influencia en el devenir de un encuentro claramente ya desnivelado a favor de los de Rubi.
Los minutos finales sirvieron para que el técnico catalán recuperara por unos instantes el 4-3-3 con la entrada de Álvaro Rubio y para que el brasileño Túlio de Melo debutara con el equipo y sumara minutos de competición. Poco más reseñable en un partido con mucho oficio del Pucela, un equipo muy serio en tierras cántabras que fue capaz de actuar como un martillo pilón a pesar de no desplegar un gran juego. Tres puntos de oro antes de la visita del Alcorcón el próximo domingo a partir de las 16,00 horas.
Link: http://www.realvalladolid.es/noticias/actualidad/07022015/1-4-Un-martillo-pilon-en-Santander/
Resulta paradójico reconocerlo, pero lo cierto es que el Real Valladolid consiguió vencer con una goleada a domicilio en Santander en un partido que, en realidad, fue poco brillante por lo que respecta al juego. Los blanquivioleta firmaron una mala primera parte pero se fueron con ventaja al descanso gracias a un afortunado gol de Timor y, ya en la segunda, sentenciaron sin piedad con unos minutos de gran eficacia. 45 puntos en la tabla, con el tropiezo ante el Lugo ya olvidado.
Rubi apostó por los mismos jugadores que empataron ante los gallegos, con la única novedad de Samuel por el sancionado Rueda. Le costó al Pucela coger el aire del partido. Los visitantes no se hacían con la posesión y, para colmo, se vieron cargados con amarillas para los dos centrales, Samuel y Valiente. Una circunstancia preocupante sobre todo si se tiene en cuenta la velocidad de Koné en la punta de ataque de un equipo cántabro que cerraba las vías de salida del Real Valladolid. No había acercamientos peligrosos a ninguna de las dos áreas, pero era el Racing el que estaba mejor asentado en el terreno de juego.
Los de Rubi se desembarazaron paulatinamente del dominio local y, por una vez, se vieron favorecidos por un gol afortunado de Timor, el segundo en Liga del valenciano. El zurdo exhibió su cañón en un libre directo y tuvo la fortuna de que el balón rebotó en la barrera y descolocó por completo a Mario. El gol, a la media hora de juego, no sirvió para que el Pucela tomara el control del partido, más bien al contrario. El Racing se estiró y los visitantes no eran capaces de hacer daño al contragolpe, lo que daba esperanzas a los locales después de una primera parte en la que los dos cancerberos pasaron inadvertidos.
La charla y la reflexión en el descanso sirvieron para cambiar las cosas. Y de qué manera. Ya avisó Samuel con un testarazo que se fue alto tras un buen servicio a balón parado de Omar. A la segunda fue la vencida y Omar botó un buen saque de esquina para la prolongación de Timor y el remate a placer de Valiente en el segundo palo. El Pucela daba otra imagen y no por el segundo gol, sino también por la manera de morder en cada jugada.
El Pucela, matador
El colegiado perdonó la roja a uno de los gemelos San Emeterio por una feísima entrada a Chica y, acto seguido, no señaló un claro penalti en el área de Varas por falta del propio jugador catalán. La jugada siguió y Mojica centró desde la izquierda para que Pereira, tras un gran movimiento sin balón, fusilara con la zurda. Una clara muestra de que, esta vez sí, el Pucela tenía el colmillo afilado y no iba a dejar pasar la oportunidad de llevarse los tres puntos que no pudo conseguir la semana pasada ante el Lugo.
Otra gran jugada iniciada por Omar y continuada por Pereira permitió que Óscar empujara a placer el cuarto de la tarde, el décimo del salmantino en Liga. El Real Valladolid mostraba la eficacia que le ha faltado durante gran parte de la temporada y sentenciaba el partido cuando aún restaba prácticamente media hora para el pitido final. Concha recortó distancias y el exblanquivioleta Quique vio cómo Medié Jiménez le anulaba un gol marcado en fuera de juego por una mano en realidad intrascendente. Doble error del colegiado en una jugada que no tuvo influencia en el devenir de un encuentro claramente ya desnivelado a favor de los de Rubi.
Los minutos finales sirvieron para que el técnico catalán recuperara por unos instantes el 4-3-3 con la entrada de Álvaro Rubio y para que el brasileño Túlio de Melo debutara con el equipo y sumara minutos de competición. Poco más reseñable en un partido con mucho oficio del Pucela, un equipo muy serio en tierras cántabras que fue capaz de actuar como un martillo pilón a pesar de no desplegar un gran juego. Tres puntos de oro antes de la visita del Alcorcón el próximo domingo a partir de las 16,00 horas.
Link: http://www.realvalladolid.es/noticias/actualidad/07022015/1-4-Un-martillo-pilon-en-Santander/
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