El Zaragoza se libra de Óscar: El excentrocampista del equipo aragonés, que siempre le ha marcado desde su salida, será baja en el Valladolid.
El Real Zaragoza tiene sus verdugos predilectos. Unos mayores, como Raúl González, Rexach, Beriguistáin, Hugos Sánchez, Súker o Quini. Y otros no tanto, pero también implacables: Tamudo, Rubén Navarro... Esta colección de futbolistas siempre encontraba el punto de virtud para marcarle gol al Zaragoza. En esta estirpe, cabe clasificar a Óscar González. Con un irónico matiz: él fue futbolista del Zaragoza.
El ahora jugador del Valladolid le ha marcado siempre, siempre, siempre al equipo aragonés desde que dejó el club en 2008. En total, cuatro partidos en los que le anotó cinco goles. Su figura ha evolucionado entre el zaragocismo hacia algo así como un villano inmisericorde y puntual al que más vale tener lejos que cerca. Y así será el domingo: Óscar no jugará en La Romareda. Se confirmó ayer, y un silbido de alivio recorre la ciudad. Sufre una lumbalgia que ya le ha apartado de las últimas jornadas y que apenas le deja entrenar en paz.
Óscar González tiene ya 33 años (los cumplió ayer). Siempre fue un sospechoso habitual de La Romareda. Condensaba una calidad desorbitada. En pureza técnica, pocos futbolistas como él ha tenido el Zaragoza en los últimos 20 años. Pero arrastraba esa personalidad pusilánime y despreocupada que le ha impedido mayores glorias en el fútbol. En realidad, Óscar nunca se dedicó a esto para tenerlas. Era como era. Dejó el Zaragoza en 2008, tras el descenso a Segunda, por 3 millones de euros, con 152 partidos disputados y 18 goles.
Se marchó al Olympiacos griego antes del volver a España en 2010. Tenía fútbol para más, pero el fue siempre feliz en Valladolid, donde había crecido como futbolista, donde creó su círculo de amistades y donde conoció a su novia. Por eso, no le importó volver para jugar en Segunda. Al cabo de dos años, se reencontró con el Zaragoza en Primera. Le marcó en la victoria 0-1 del Valladolid en La Romareda y en el triunfo de Pucela por 2-0 en la campaña 2012-2013.
El látigo de Óscar se reencontró con el Zaragoza dos temporadas después, es decir, la pasada, ya en Segunda. La Romareda enmudeció en enero con los dos goles de Óscar nada más comenzar el partido. El Valladolid ganó 0-2 y el futbolista castellano recordó al zaragocismo el tipo de madera de la que estaba hecho. Firmó un partidazo. En la segunda vuelta, en el José Zorrilla, aunque el Zaragoza le venció al Valladolid por 1-3, a Óscar le dio de sobra para dejar una nueva marca en la espalda aragonesa: marcó su gol de penalti. El siguiente partido era el del domingo.
Pero esta vez es su espalda la que sufre. Hace dos días, Óscar explicaba que tenía muy difícil jugar. Por supuesto, no era un día especial el regreso a Zaragoza. "Es un partido más", dijo. Quedó claro en estos años previos: celebró sus goles hasta el cansancio.
La baja de Óscar no es la única que merma al Valladolid, aunque es evidente su trascendencia. Hasta sus problemas físicos, fue titular y capitán. Pero los pucelanos también pierden material de primera clase: los porteros Kepa y Bruno Varela, y también Erick Moreno, Alejandro Alfaro, Mojica. Además son duda Timor y Tiba.
Link: http://www.heraldo.es/noticias/deportes/futbol/real_zaragoza/2015/11/12/el_zaragoza_libra_oscar_625774_611027.html
El Real Zaragoza tiene sus verdugos predilectos. Unos mayores, como Raúl González, Rexach, Beriguistáin, Hugos Sánchez, Súker o Quini. Y otros no tanto, pero también implacables: Tamudo, Rubén Navarro... Esta colección de futbolistas siempre encontraba el punto de virtud para marcarle gol al Zaragoza. En esta estirpe, cabe clasificar a Óscar González. Con un irónico matiz: él fue futbolista del Zaragoza.
El ahora jugador del Valladolid le ha marcado siempre, siempre, siempre al equipo aragonés desde que dejó el club en 2008. En total, cuatro partidos en los que le anotó cinco goles. Su figura ha evolucionado entre el zaragocismo hacia algo así como un villano inmisericorde y puntual al que más vale tener lejos que cerca. Y así será el domingo: Óscar no jugará en La Romareda. Se confirmó ayer, y un silbido de alivio recorre la ciudad. Sufre una lumbalgia que ya le ha apartado de las últimas jornadas y que apenas le deja entrenar en paz.
Óscar González tiene ya 33 años (los cumplió ayer). Siempre fue un sospechoso habitual de La Romareda. Condensaba una calidad desorbitada. En pureza técnica, pocos futbolistas como él ha tenido el Zaragoza en los últimos 20 años. Pero arrastraba esa personalidad pusilánime y despreocupada que le ha impedido mayores glorias en el fútbol. En realidad, Óscar nunca se dedicó a esto para tenerlas. Era como era. Dejó el Zaragoza en 2008, tras el descenso a Segunda, por 3 millones de euros, con 152 partidos disputados y 18 goles.
Se marchó al Olympiacos griego antes del volver a España en 2010. Tenía fútbol para más, pero el fue siempre feliz en Valladolid, donde había crecido como futbolista, donde creó su círculo de amistades y donde conoció a su novia. Por eso, no le importó volver para jugar en Segunda. Al cabo de dos años, se reencontró con el Zaragoza en Primera. Le marcó en la victoria 0-1 del Valladolid en La Romareda y en el triunfo de Pucela por 2-0 en la campaña 2012-2013.
El látigo de Óscar se reencontró con el Zaragoza dos temporadas después, es decir, la pasada, ya en Segunda. La Romareda enmudeció en enero con los dos goles de Óscar nada más comenzar el partido. El Valladolid ganó 0-2 y el futbolista castellano recordó al zaragocismo el tipo de madera de la que estaba hecho. Firmó un partidazo. En la segunda vuelta, en el José Zorrilla, aunque el Zaragoza le venció al Valladolid por 1-3, a Óscar le dio de sobra para dejar una nueva marca en la espalda aragonesa: marcó su gol de penalti. El siguiente partido era el del domingo.
Pero esta vez es su espalda la que sufre. Hace dos días, Óscar explicaba que tenía muy difícil jugar. Por supuesto, no era un día especial el regreso a Zaragoza. "Es un partido más", dijo. Quedó claro en estos años previos: celebró sus goles hasta el cansancio.
La baja de Óscar no es la única que merma al Valladolid, aunque es evidente su trascendencia. Hasta sus problemas físicos, fue titular y capitán. Pero los pucelanos también pierden material de primera clase: los porteros Kepa y Bruno Varela, y también Erick Moreno, Alejandro Alfaro, Mojica. Además son duda Timor y Tiba.
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