El caso de Javier Garrido con Las Palmas ha sido principalmente el económico, cobraba una cantidad importante, cuyo rendimiento ha sido aceptable y al que se podría haber renovar antes del 30 de junio si se lograse una importante rebaja de sus emolumentos. Se esperaba que se hubiera podido tener una primera toma de contacto con su representante, Iñaki Ibáñez –el mismo que Pedro Bigas-, para saber hasta donde habria estado dispuesto a llegar en una negociación a la baja.
El futbolista no fue una prioridad para Las Palmas y el mercado ofreció otro jugador con unas características similares a mejor precio. Por lo tanto su salida del club isleño no solo se debe al tema deportivo, sino también al económico. El futbolista interesa al Real Valladolid, veremos si el tema exonómico no se convierte en un obstáculo para recalar en Zorrilla.
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