Segunda columna de opinión de Iganacio Bailador sobre la pretemporada del Real Valladolid en Melgaço para Pucela Fichajes: El Valladolid se quita poco a poco la depresión de encima
Un nuevo día en Melgaço y todo es felicidad, trabajo y risas. Empezando por el manteo de Alberto Guitián por su vigesimosexto cumpleaños, siguiendo por una señora paliza física en el entrenamiento que se suponía de recuperación y terminando con excursión a Vigo de toda la plantilla blanquivioleta, sin cuerpo técnico, para comer marisco, para hacer grupo, que para eso estamos a una hora de la ciudad olívica. El ambiente es inmejorable, la exigencia en el trabajo es máxima y la implicación de todos los futbolistas es total, incluso en los jugadores que han sido invitados a salir. El hecho de que queden pocos jugadores del año pasado parece que hace más fácil el pasar página a la desastrosa temporada pasada.
Es inevitable pensar que la llegada de Paco Herrera y todos los fichajes han borrado la decepción de la cara de los jugadores y de los aficionados. No en vano hay que recordar que en el periodo incentivado el número de abonados bordea la cifra mágica de los 10.000 y aunque en el club son conscientes de que es difícil que este número ya aumente demasiado, lo cierto es que es valorable ante los vaticinios que auguraban cifras muchomenores. Una gran campaña de abonados, con el regalo del abono de la próxima campaña si el equipo asciende, el ilusionante fichaje de un entrenador con personalidad, y dos ascensos recientes, como Paco Herrera y de algunos de los jugadores más destacados de Segunda como Becerra, Sergio Marcos o Mata, junto a la llegada de Alex López y la incorporación de jugadores del filial han hecho que la afición se sume al lema del club: Más blanquivioleta que nunca.
Y no será porque no sufrimos la temporada pasada, pero da la sensación de que el club, el equipo, la afición, todo el entorno, ha dado ya un paso al frente con el reto de olvidar, de hacer borrón y cuenta nueva, de salir de la depresión. Nadie puede decir ahora que, por ejemplo, desde la dirección deportiva no se han hecho los deberes, ni siquiera que el club esté loco por vender a los jugadores por los que podría sacar réditos. Lo cuenta hoy Braulio Vázquez en AS: “El Birminghan no ha hecho oferta alguna por Villar y si vienen con fuerza a por él, más vale que vengan con su cláusula, con los tres millones”. Más claro, agua. La apuesta del club por este grupo es evidente y prevalece el interés de ascender por encima del interés económico, aunque pocos se atrevan todavía hablar del objetivo supremo. Yo sí lo hago, este grupo tiene que aspirar al ascenso, sin olvidar que si no se logra, la plantilla se está plagando con jóvenes valores con contratos por más de dos años que pueden garantizar el futuro a medio plazo. Sonriamos, vamos a ser positivos y quitémonos la depresión del año pasado de encima.
Ignacio Bailador, periodista deportivo
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