El Athletic explotó la banda izquierda del Real Valladolid. Más del 40% de las acciones del ataque bilbaíno se desarrollaron por esa zona, de donde nacieron los dos goles de la victoria rojiblanca. El primero con la combinación Beñat-Ander Herrera-Susaeta tras un córner. El segundo, con el centro de un Iraola libre de marca, el despeje fallido de Valiente y la rebatiña de Muniain en el punto preciso del área.
«Iraola sube mucho porque el interior de ellos se mete mucho hacia dentro», analiza Omar Ramos. «Yo tuve pocas opciones de jugar el balón. Me pasé el partido defendiendo más que otra cosa. Casi no tuve opción de ir hacia adelante y es lo que sé hacer. Estuve más pendiente del lateral que de atacar. No fue un buen partido para mí», apunta el interior canario, el primer blanquivioleta sustituido por Juan Ignacio Martínez.
Peña sabía que se enfrentaría a un Athletic muy ';diestro';. «Sabemos que su banda derecha es peligrosa. Jugadores con mucha experiencia en la categoría, internacionales... Pero no pienso que fuese un partido especialmente exigente. A nivel colectivo nos fuimos con una sensación un poco agridulce porque creo que pudimos hacer algo más cuando tuvimos el control del partido».
El lateral izquierdo posee su propio análisis del choque, bien argumentado y sin rehuir la autocrítica pesonal y colectiva. Como él dice, «el futbolista sabe lo que ha hecho bien y lo que ha hecho mal cuando sale del partido». Para Peña, el Real Valladolid no encontró la forma de rentabilizar sus mejores momentos en la primera mitad.
«Aprovechamos poco la posesión. No supimos transformar en ocasiones la buena salida que hicimos atrás. En la primera parte realizamos un buen trabajo, pero no materializamos esa posesión. Y en la segunda, nos precipitamos a raíz del gol, entramos en su juego, se replegaron bien, nos hicieron daño en las contras y manejaron mucho mejor el partido».
El problema que vio Peña radica en la «falta de fluidez» que sufrió el Real Valladolid en los puestos atacantes. «Cuando llegábamos a tres cuartos de campo nos costaba rompero la última línea. Salimos bien de su presión, incluso hubo un cuatro para tres al final de la primera parte y no supimos sacar provecho».
Omar observó a un Athletic más fuerte frente a un Real Valladolid que aún debe «mejorar físicamente». «Se noto en fases del partido que el rival nos pasaba por encima. Con el balón estuvimos bien».
Ayer tocó intercambio colectivo de impresiones sobre el césped de los Campos Anexos. A la espera de la sesión de vídeo, los futbolistas abogaron por mantener la tranquilidad después de la primera derrota. «Después de una derrota siempre quieres sacarte la espina en el siguiente partido, pero no vamos a ponernos una excesiva presión para el encuentro ante el Villarreal», apunta Peña. «Fuera de casa siempre es complicado, pero este equipo ya ha demostrado que puede ganar en cualquier campo. El año pasado logramos seis puntos en las dos primeras jornadas y es verdad que nos ayudó. Las sensaciones ahora también son buenas».
Peña da en el clavo con una frase final: «Debemos conocer las virtudes que tenemos y mejorar las carencias. O, al menos, esconderlas».
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