El Ayuntamiento reformará el estadio Zorrilla si Valladolid es subsede olímpica

Todo el país estará pendiente pasado mañana de Puerto Madero, un remozado barrio de Buenos Aires desde donde se anunciará la sede de los Juegos Olímpicos de 2020. Madrid, Tokio y Estambul son las candidatas, pero hay otras muchas ciudades dentro de España, Japón y Turquía que se juegan mucho en el envite. Una de ellas es Valladolid, que podría ser subsede junto a Málaga, Córdoba, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Getafe y Paracuellos del Jarama (Madrid). Si la capital consigue ser sede olímpica en su tercer intento consecutivo, la ciudad del Pisuerga acogería algunos de los partidos de fútbol de la ronda preliminar de esta competición.

Pero claro, llegado al caso habría que plantearse en qué condiciones se encuentra el José Zorrilla para hacerlo. Un estadio que tiene más de 30 años de antigüedad y que pide una reforma a gritos. Pues bien, el Ayuntamiento de Valladolid está dispuesto a hacer un profundo «lavado de cara» a estas instalaciones para asegurar que cumplen con las exigencias que pudiera determinar el Comité Olímpico Internacional (COI). «Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que presente sus mejores galas», señala el concejal de Deportes, Alfredo Blanco, un aficionado al fútbol que dice conocer «tanto por dentro como por fuera» cómo está estadio. «Sabemos que es necesario acometer una labor de mantenimiento importante».

Ahora bien, en virtud del convenio que el Ayuntamiento tiene firmado con el Real Valladolid, esas reformas debería costearlas el usuario, es decir, el club, aunque si la ciudad al final es subsede olímpica, el equipo de Gobierno municipal tiene intención de negociar un acuerdo con el conjunto blanquivioleta para que ambas partes colaboren. Eso sí, primero habría que esperar a los informes técnicos para saber las exigencias del COI y determinar en base a ellos qué habría que hacer.

Más allá de esta mejora en las infraestructuras, los beneficios de ser subsede para la ciudad serían numerosos. En el caso de conseguirlo, el Consistorio también realizaría los correspondientes informes para determinar el impacto económico. «Supondría un impulso importante para el deporte de la ciudad desde todos los puntos de vista», opina Blanco. El concejal también destaca la «importante inyección económica» que los Juegos Olímpicos traería a Madrid, de la que también se beneficiaría Valladolid por su proximidad y por las visitas de los equipos de fútbol y sus aficiones. «Además, vendría gente de toda España, especialmente del resto de la Comunidad, a comer y a dormir, y eso dinamizaría mucho la actividad», explica.

Hay que tener en cuenta que el hecho de ser subsede no implica más ingresos económicos que los que genere la propia actividad deportiva, a expensas de las líneas de actuación que pudiera acometer el Gobierno central. «Tendríamos que afrontarlo con los recursos municipales, pero estoy convencido de que el retorno desde el punto de vista económico compensaría con creces», explica el concejal.
El también responsable del área de Hacienda hace hincapié en los beneficios que tendrían los Juegos Olímpicos en la promoción de Valladolid, especialmente por acoger una disciplina tan popular a nivel mundial como es el fútbol. «No hay campaña publicitaria que pueda igualar esto», agrega. Por último, los beneficios sociales, según él, también serían importantes al impregnarse la ciudad de los valores del olimpismo. «Hablamos de solidaridad, de confraternización y de unión de los pueblos, y eso es muy importante».

De momento, todo son castillos en el aire, pero puede que a partir del sábado haya que empezar a poner los cimientos.

Cien millones

Ni la Cámara de Comercio ni el propio Ayuntamiento han encargado ni elaborado informes que determinen el impacto económico que tendría para Valladolid ser subsede olímpica. No obstante, otras ciudades que están en la misma situación sí que lo han hecho. Por ejemplo, en Córdoba hablan de cien millones de euros, según publicó anteayer el periódico El Día de Córdoba en base a los datos de distintas consultoras.

Una cifra que el propio alcalde de la ciudad, José Antonio Nieto, reconoció ayer que se podría quedar corta. El Ayuntamiento de Valladolid sólo encargaría ese informe si al final la ciudad es subsede.

Cabe recordar que la Cámara de Comercio e Industria hizo uno similar después del último ascenso del Real Valladolid a Primera, en el que concluía que el impacto económico para la ciudad por este logro rondaba los cinco millones de euros.

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