Una lesión muscular cuando el equipo comenzaba a dar los primeros pasos en la pretemporada y una posterior recaída impidieron que Daniel Larsson debutara hasta el pasado viernes en el presente campeonato liguero. El delantero sueco tuvo que esperar hasta la décima jornada para estrenarse y lo hizo de la mejor manera posible, marcando un gol en el primer balón que llegó a sus botas en el encuentro
frente al Rayo. “Las sensaciones que tengo son muy buenas. El equipo logró tres puntos muy importantes,
volví a jugar después de la lesión y, además, marqué mi primer gol en la Liga española”, reconoció ayer,
pletórico de felicidad, el punta blanquivioleta.
Fin al calvario
Durante sus meses de lesión, Larsson tuvo que sufrir un calvario en la recuperación que le llevaba a abandonar cada día las instalaciones de Zorrilla con un evidente gesto de decepción. Sin embargo, este
tiempo le ha permitido conocer las dos caras del fútbol. “Me aburría mucho y sólo quería jugar, el tiempo pasaba y me rompí otra vez, sé que es fútbol y que es parte del juego pero, después de cinco años sin lesiones, ha sido duro. Por suerte, mis compañeros se han portado muy bien conmigo, me han apoyado mucho y la verdad es que estoy encantado de estar en este equipo donde hay gente tan maja”, desveló el jugador.
Daniel Larsson saltó al terreno de juego en el descanso del partido ante el Rayo en Vallecas y el propio delantero terminó por reconocer que, aun con buenas sensaciones, todavía no se encuentra en su
estado óptimo de forma: “Físicamente me falta un poco, al final me faltaba el aire, pero eso sólo se mejora jugando; eso es lo que tengo que hacer ahora”, comentó.
La velocidad del sueco puede ofrecer una nueva variante ofensiva a Juan Ignacio Martínez que, además, en esta ocasión también viene acompañada por acierto goleador. En sus primeros meses en la competición española durante la pasada temporada, Larsson mostró una enorme capacidad de sacrificio, facilidad para marcharse por velocidad y también posibilidades de asociación con sus compañeros en la delantera, aunque con una preocupante falta de gol.
Por eso, el encuentro del viernes ante el Rayo terminó de golpe con todos los gafes que acompañaban al delantero y al propio Valladolid: la lesión, la falta de gol y la necesidad de lograr una victoria que diese un respiro en la clasificación. “Por encima de mi alegría está la del equipo. La victoria es muy importante, tanto por la situación en la tabla como por ser la primera que logramos fuera de casa”, señaló Larsson.
Fuente: MARCA
frente al Rayo. “Las sensaciones que tengo son muy buenas. El equipo logró tres puntos muy importantes,
volví a jugar después de la lesión y, además, marqué mi primer gol en la Liga española”, reconoció ayer,
pletórico de felicidad, el punta blanquivioleta.
Fin al calvario
Durante sus meses de lesión, Larsson tuvo que sufrir un calvario en la recuperación que le llevaba a abandonar cada día las instalaciones de Zorrilla con un evidente gesto de decepción. Sin embargo, este
tiempo le ha permitido conocer las dos caras del fútbol. “Me aburría mucho y sólo quería jugar, el tiempo pasaba y me rompí otra vez, sé que es fútbol y que es parte del juego pero, después de cinco años sin lesiones, ha sido duro. Por suerte, mis compañeros se han portado muy bien conmigo, me han apoyado mucho y la verdad es que estoy encantado de estar en este equipo donde hay gente tan maja”, desveló el jugador.
Daniel Larsson saltó al terreno de juego en el descanso del partido ante el Rayo en Vallecas y el propio delantero terminó por reconocer que, aun con buenas sensaciones, todavía no se encuentra en su
estado óptimo de forma: “Físicamente me falta un poco, al final me faltaba el aire, pero eso sólo se mejora jugando; eso es lo que tengo que hacer ahora”, comentó.
La velocidad del sueco puede ofrecer una nueva variante ofensiva a Juan Ignacio Martínez que, además, en esta ocasión también viene acompañada por acierto goleador. En sus primeros meses en la competición española durante la pasada temporada, Larsson mostró una enorme capacidad de sacrificio, facilidad para marcharse por velocidad y también posibilidades de asociación con sus compañeros en la delantera, aunque con una preocupante falta de gol.
Por eso, el encuentro del viernes ante el Rayo terminó de golpe con todos los gafes que acompañaban al delantero y al propio Valladolid: la lesión, la falta de gol y la necesidad de lograr una victoria que diese un respiro en la clasificación. “Por encima de mi alegría está la del equipo. La victoria es muy importante, tanto por la situación en la tabla como por ser la primera que logramos fuera de casa”, señaló Larsson.
Fuente: MARCA

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