LLEVABA UN PUNTO MENOS QUE AHORA, PERO LOGRÓ LA SALVACIÓN
La derrota del Valladolid ante Osasuna no hace más que confirmar el mal inicio de temporada del conjunto blanquivioleta y la permanente sensación de irregularidad del equipo que dirige Juan Ignacio Martínez, capaz de puntuar en Valencia o de remontar ante el Sevilla y la Real Sociedad y, al mismo tiempo, de perder ante rivales directos en la lucha por la permanencia como el Almería y el cuadro navarro.
Es más, los números que está realizando este equipo son los más preocupantes de la entidad vallisoletana en los últimos 18 años de historia del club y hay que remontarse hasta la temporada 1995-1996 para encontrar un arranque peor en Primera.
Actualmente, el bloque dirigido por JIM ha sumado 12 puntos en las primeras 14 jornadas del campeonato, con sólo dos victorias, seis empates y seis derrotas, más un balance de 16 goles a favor y 21 en contra. Es decir, una media de puntuación que conduciría directamente al desastre del descenso.
Sin embargo, hace 18 años las cifras fueron incluso peores y el equipo se terminó salvando. Con una plantilla confeccionada para jugar en Segunda y el timón en manos de un inexperto Rafa Benítez, el Valladolid se encontró compitiendo en la máxima categoría por unos conflictos administrativos que concluyeron en la conocida como 'Liga de 22'.
De Benítez a Cantatore
A pesar de practicar un fútbol atractivo, el equipo fue encadenando malos resultados para llegar a estas alturas del campeonato con sólo 11 puntos, gracias a dos victorias, cinco empates y siete derrotas. Es decir, un punto menos que ahora.
A pesar de practicar un fútbol atractivo, el equipo fue encadenando malos resultados para llegar a estas alturas del campeonato con sólo 11 puntos, gracias a dos victorias, cinco empates y siete derrotas. Es decir, un punto menos que ahora.
La directiva mantuvo en su cargo al actual entrenador del Nápoles hasta la jornada 23 cuando, tras ser goleado en casa por el Valencia (2-5), Benítez fue destituido el 25 de enero de 1996 para dar paso a Cantatore en el banquillo. La llegada del chileno sirvió de revulsivo y el equipo logró la permanencia, pese a que en el momento del cambio de entrenador la salvación se encontraba a 11 puntos de distancia.
Desde aquella temporada el Valladolid no había tenido un inicio tan delicado como el actual, aunque hace menos años unos datos similares terminaron con el equipo en la categoría de plata.
En la campaña 2009-2010, con Mendilibar iniciando la Liga y una importante apuesta económica en la confección de la plantilla, el cuadro castellano sumó 13 puntos en las primeras 14 jornadas, sólo uno más que en la actual, con dos victorias, siete empates y cinco derrotas. Con un ambiente enrarecido en el vestuario, el técnico terminaría por ser destituido y el equipo bajando a Segunda.
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