El Valladolid castigó el repliegue y el conservadurismo merengues en la reanudación con un empate postrero que, de momento, le vale para salir del descenso, aunque los albivioletas empatan a 36 puntos con Almería y Getafe
El Real Madrid se dejó anoche casi todas sus opciones de Liga en el José Zorrilla, donde el Valladolid, próximo rival del Betis, igualó el partido en el minuto 85 para sumar un punto vital en sus aspiraciones de permanencia. Así, el gol de Osorio a la salida de un córner, que anulaba la ventaja obrada por el libre directo de Sergio Ramos en la primera mitad, permite a los albivioletas salir de los puestos de descenso y llegar henchidos de moral al Villamarín, donde el domingo les espera un cuadro heliopolitano ya descendido matemáticamente.
El anfitrión empezó percutiendo más de lo habitual. Atacó mucho por las bandas, porque jugó con exteriores ( Jeffren y Bergdich), y, aunque no gobernó claramente, al menos sí llegó a zonas que parecían ‘contraindicadas’. La primera opción de golpear la tuvo el Madrid a los dos minutos por un mal despeje de Marc Valiente que sacó Jaime. Respondió de inmediato el Valladolid con un remate envenenado de Javi Guerra que se marchó fuera por poco.
A los siete minutos, Cristiano Ronaldo se retiró con molestias musculares. El portugués se tocó el muslo, pidió el cambio y abandonó el campo muy contrariado, aunque sin ninguna cojera aparatosa ni manifiesta. Su lugar lo ocupó Morata. El Valladolid siguió a lo suyo, corajudo y más acometedor de lo esperado. El cuadro merengue se quedó muy tocado por la baja de su jugador-franquicia. Con ella, perdió su sello fulgurante y no acabó de encontrar la fluidez ordinaria y acostumbrada. Apenas llegó en todo el primer tiempo. Sin embargo, Sergio Ramos arregló el cortocircuito de su equipo al filo de minuto 34: el camero celebró su reciente paternidad con un golazo de falta que no pudo evitar Jaime. El disparo no iba a un sitio imposible, pero sí con una potencia y una rotundidad incontestables.
El Valladolid se tambaleó, y mucho, tras el gol. En la reanudación, salió mejor el Madrid y Morata probó dos veces a Jaime antes del primer cuarto de hora. Se rehízo, sin embargo, el equipo albivioleta y Javi Guerra, de chilena, tuvo el empate en el 66. Sin contención en medio campo, Ancelotti ordenó el repliegue. Por el contrario, JIM arriesgó con los cambios. Uno de ellos, el colombiano Osorio, volvió a ser clave en un epílogo.
El Real Madrid se dejó anoche casi todas sus opciones de Liga en el José Zorrilla, donde el Valladolid, próximo rival del Betis, igualó el partido en el minuto 85 para sumar un punto vital en sus aspiraciones de permanencia. Así, el gol de Osorio a la salida de un córner, que anulaba la ventaja obrada por el libre directo de Sergio Ramos en la primera mitad, permite a los albivioletas salir de los puestos de descenso y llegar henchidos de moral al Villamarín, donde el domingo les espera un cuadro heliopolitano ya descendido matemáticamente.
El anfitrión empezó percutiendo más de lo habitual. Atacó mucho por las bandas, porque jugó con exteriores ( Jeffren y Bergdich), y, aunque no gobernó claramente, al menos sí llegó a zonas que parecían ‘contraindicadas’. La primera opción de golpear la tuvo el Madrid a los dos minutos por un mal despeje de Marc Valiente que sacó Jaime. Respondió de inmediato el Valladolid con un remate envenenado de Javi Guerra que se marchó fuera por poco.
A los siete minutos, Cristiano Ronaldo se retiró con molestias musculares. El portugués se tocó el muslo, pidió el cambio y abandonó el campo muy contrariado, aunque sin ninguna cojera aparatosa ni manifiesta. Su lugar lo ocupó Morata. El Valladolid siguió a lo suyo, corajudo y más acometedor de lo esperado. El cuadro merengue se quedó muy tocado por la baja de su jugador-franquicia. Con ella, perdió su sello fulgurante y no acabó de encontrar la fluidez ordinaria y acostumbrada. Apenas llegó en todo el primer tiempo. Sin embargo, Sergio Ramos arregló el cortocircuito de su equipo al filo de minuto 34: el camero celebró su reciente paternidad con un golazo de falta que no pudo evitar Jaime. El disparo no iba a un sitio imposible, pero sí con una potencia y una rotundidad incontestables.
El Valladolid se tambaleó, y mucho, tras el gol. En la reanudación, salió mejor el Madrid y Morata probó dos veces a Jaime antes del primer cuarto de hora. Se rehízo, sin embargo, el equipo albivioleta y Javi Guerra, de chilena, tuvo el empate en el 66. Sin contención en medio campo, Ancelotti ordenó el repliegue. Por el contrario, JIM arriesgó con los cambios. Uno de ellos, el colombiano Osorio, volvió a ser clave en un epílogo.
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