El futuro de Portugal está en manos del director deportivo, que cuenta con el plácet del club si decide destituir al técnico / Es el único que lo defiende / Dos días de descanso para la plantilla
Las crisis de resultados suelen llevarse por delante al entrenador, eslabón más débil en la cadena del fútbol. Para tomar esta siempre delicada decisión hace falta el consenso de la cúpula del club en los planos directivo, económico y deportivo. En ocasiones no es fácil poner de acuerdo a muchas personas, pero en otras es muy simple.
Es el caso del Real Valladolid. El único asidero para Miguel Ángel Portugal es Braulio Vázquez, el director deportivo. Las decisiones sobre este apartado siempre han sido suyas desde su desembarco, según asegura. Pero ahora aún más, porque tiene las manos absolutamente libres para destituir a Portugal. O para confirmarlo hasta final de temporada. O darle más partidos, por si el equipo se rehace o, más bien, resucita. El futuro del entrenador blanquivioleta depende íntegramente de él.
Este escenario se debe a que en las oficinas se ha acabado la confianza en el actual técnico, que no tendrá ni un átomo de defensa desde la cúpula de la entidad. Hace tiempo que se dejó de creer en él, pero ahora la desconfianza es absoluta. El equipo marcha a la deriva y una leve mejoría en el juego no es indicativo de nada cuando no se sabe jugar con los resultados.
Antes, una derrota en Zorrilla era un drama, aunque se jugase bien. Ahora es costumbre y el simple hecho de generar algunas ocasiones parece suficiente para justificarla. El nivel de conformismo es tan desconocido como penoso.
El Real Valladolid ha perdido esta temporada 5 partidos de los 17 disputados en Zorrilla. Una cifra patética, adornada con 6 empates y sólo 6 victorias. De los 54 puntos en juego como local, el cuadro pucelano ha sumado 24, el 44%.
El año pasado, con cuatro partidos más en casa, el equipo perdió uno menos en Zorrilla. Los dos últimos en Primera cayeron 4 y 6 derrotas en el feudo de la Avenida del Mundial 82. Y el año del asenso con Djukic, sólo 3.
Ese 44% como local es una cifra indigna para un teórico aspirante a subir, que ahora está a ¡12! puntos del ascenso directo, 7 de la promoción y 9 del descenso. El pozo está ya más cerca que la gloria para un equipo que lleva 1 punto capturado de los últimos 12 en liza. Inevitable poner la vista en el subsuelo con esta penosa y preocupante racha de resultados.
Braulio se ha retirado de la circulación en la última semana, en la que no ha dado señales de vida. No ha estado tirado a la bartola sino buscando entrenador, primero para la próxima temporada y ahora quizá para la actual.
Sin embargo su silencio no puede ser eterno, ya que es imposible que se sustraiga a la tarea de poner orden en el banquillo, sea de la forma que sea. En principio la derrota del sábado debe suponer la destitución de Portugal. No se ha confirmado. Lo único claro es que la plantilla goza de dos días de descanso. Debe tener todo tan mecanizado y tan pocas cosas por perfeccionar, que se puede permitir un parón prolongado.
Mientras, la voz de la afición cada vez es mayor de cara a la destitución del técnico, aunque casi nadie piensa que con ello el Real Valladolid pueda acceder a la promoción. Como casi siempre, en Zorrilla se reacciona tarde... y cuando se reacciona.
Link: http://www.diariodevalladolid.es/noticias/deportes/braulio-tiene-palabra_50185.html
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1 comentarios:
Click here for comentariosHay que asegurar la permanencia. Sumar 50 puntos y empezar a confeccionar un proyecto de verdad y no el disparate de los ultimos 3 años. Pensar en otra cosa es ilógico. Tenemos unos numeros horribles en Zorrilla. Portugal solo ha ganado 4 partidos de 13 en Zorrilla!!. Eso es inadmisbile. Si no llega a ser por los numeros decentes que hemos conseguido a domicilio, ahora estariamos con el Huesca, Llagostera o Albacete con el agua al cuello. Y todo esto porque se planificó mal la pretemporada. Se hicieron mal y tarde los fichajes con un entrenador que es un trabajador nato, pero que no llegó a calar en los jugadores porque les hacía correr mucho.
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