Presidente y director deportivo mantienen la confianza en el técnico que cogió al equipo en puestos de descenso · «Mi responsabilidad como entrenador es exigir», señala el burgalés
El cambio de rumbo y de resultados que consiguió el burgalés y el hecho de mantener las opciones de acabar en puestos de promoción han conseguido poner la balanza del lado de Portugal, a pesar de que el sábado, en caliente tras la derrota en Leganés, más de uno lo habría echado.
«Faltan nueve partidos. No hay nada perdido. Todo es posible, y sigo convencido de que vamos a estar arriba», analizó el propio Portugal en su página web. «No es el momento de declaraciones más o menos piadosas, o de reproches basados en las decepción extraordinaria. Es el tiempo de hacer, de hacer, de hacer, de hacer... y así hasta 9.000 veces si fuera necesario, es decir, mil veces por partido que nos queda por jugar (...) Mi responsabilidad como entrenador es exigir, -exigirnos todos-, aprender la lección. No se puede volver a repetir», concluyó.
Hoy dirigirá una nueva sesión en los Anexos, primera de la semana con la mirada puesta en el Real Zaragoza. Y el jueves dará su habitual rueda de prensa -como está anunciada en la web del club-. Los resultados de la última jornada han dado un poco de tregua y han hecho que los aficionados abran una nueva espita en la cuba de la esperanza. Y Portugal seguirá.
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