Noticia de Arturo Alvarado para El Diario de Valladolid de El Mundo.
El club ya no cierra filas en torno al técnico y se autoimpone la ley del silencio sobre su continuidad, que no está garantizada
Braulio Vázquez declaró el 30 de marzo, en una entrevista concedida a este diario, que era «casi imposible» que Portugal no acabase la temporada. Once días después ese casi es más adverbio que nunca. Porque los tres reveses consecutivos (un punto de nueve, con nueve goles en contra y dos palizas fuera) han mudado la opinión del director deportivo blanquivioleta.
Portugal no está en la calle. Pero tampoco se desmiente la posibilidad de que la pise esta misma semana. La defensa del técnico, a veces numantina, ha pasado a la historia. Ni Braulio ni el presidente Suárez respaldan por completo al míster. No lo defienden, a diferencia de lo ocurrido hace unas semanas, aunque también responsabilizan de la situación a los jugadores. El espíritu de lucha, la concentración y la ambición deben venir de serie en un futbolista profesional.
Pero tanto la plantilla como los técnicos y los habitantes de los despachos saben que la cadena se rompe siempre por el eslabón más débil. Y el de Portugal está ya entreabierto.
La cuestión que ahora sopesa el club es doble: calibrar si aún existen posibilidades de entrar en la promoción (restan 27 puntos por disputarse y el Valladolid está a 4, aunque hay ocho equipos por delante) y por tanto merece la pena el cambio, a la vez que encontrar un entrenador barato pero de calidad que acepte el desafío de dirigir al equipo hasta final de Liga.
Un reto nada fácil que ha provocado el silencio del club. Braulio, abordado por periodistas, se negó ayer a realizar declaraciones. Y el presidente está fuera de órbita debido a sus problemas de salud. Nadie quiere confirmar a quien puede ser destituido, pero a la vez no se va a comunicar la marcha de Portugal sin contar con un relevo. Aunque si persiste la patética racha de resultados, el adiós será cantado y lo que menos preocupará es quién llegue. Porque un penoso final de Liga puede romper la próxima campaña de abonados.
Sin embargo Braulio ya trabaja buscando entrenador... 16-17. Pese al optimismo mostrado en público, en Zorrilla entienden que la Segunda seguirá como hábitat del equipo el próximo curso. La experiencia de Portugal no ha convencido e incluso con un buen final de Liga no continuará en Zorrilla. Quizá el entrenador de la próxima temporada valga para la actual, aunque no parece que esté en paro. Lo único claro es que Braulio ya ha agotado su cupo de errores. Y con creces.
Link: http://www.diariodevalladolid.es/noticias/deportes/portugal-aire_49393.html
El club ya no cierra filas en torno al técnico y se autoimpone la ley del silencio sobre su continuidad, que no está garantizada
Braulio Vázquez declaró el 30 de marzo, en una entrevista concedida a este diario, que era «casi imposible» que Portugal no acabase la temporada. Once días después ese casi es más adverbio que nunca. Porque los tres reveses consecutivos (un punto de nueve, con nueve goles en contra y dos palizas fuera) han mudado la opinión del director deportivo blanquivioleta.
Portugal no está en la calle. Pero tampoco se desmiente la posibilidad de que la pise esta misma semana. La defensa del técnico, a veces numantina, ha pasado a la historia. Ni Braulio ni el presidente Suárez respaldan por completo al míster. No lo defienden, a diferencia de lo ocurrido hace unas semanas, aunque también responsabilizan de la situación a los jugadores. El espíritu de lucha, la concentración y la ambición deben venir de serie en un futbolista profesional.
Pero tanto la plantilla como los técnicos y los habitantes de los despachos saben que la cadena se rompe siempre por el eslabón más débil. Y el de Portugal está ya entreabierto.
La cuestión que ahora sopesa el club es doble: calibrar si aún existen posibilidades de entrar en la promoción (restan 27 puntos por disputarse y el Valladolid está a 4, aunque hay ocho equipos por delante) y por tanto merece la pena el cambio, a la vez que encontrar un entrenador barato pero de calidad que acepte el desafío de dirigir al equipo hasta final de Liga.
Un reto nada fácil que ha provocado el silencio del club. Braulio, abordado por periodistas, se negó ayer a realizar declaraciones. Y el presidente está fuera de órbita debido a sus problemas de salud. Nadie quiere confirmar a quien puede ser destituido, pero a la vez no se va a comunicar la marcha de Portugal sin contar con un relevo. Aunque si persiste la patética racha de resultados, el adiós será cantado y lo que menos preocupará es quién llegue. Porque un penoso final de Liga puede romper la próxima campaña de abonados.
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1 comentarios:
Click here for comentariosNo estaría mal que ese cartelito que pone se VENDE, fueran los moviles de Carlitos poniendo en venta el club
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