Crónica e impresiones del Nástic - Real Valladolid por @luisdepucela
Partido de necesidades el que pude presenciar en directo en el “Nou Estadi”. Lo primero, agradecer desde estas líneas una vez más la generosidad de @pucelafichajes por permitirme asistir a este encuentro. Y como no, la paciencia infinita de mi mujer, acompañándome a cada partido.
Se enfrentaba el colista de la segunda división, que no perdía en casa desde el mes de enero y que en la presente temporada aún no había ganado en su propio estadio, contra un Real Valladolid que llevaba desde el 12 de marzo sin ganar fuera. Con estas premisas comenzó el partido.
El Real Valladolid repitió once inicial y sistema de juego. Volvió al 1-4-4-2 con un rombo en el centro del campo y dos “falsos” delanteros. Vuelvo a repetir que el sistema de juego no es algo fundamental para el transcurso del juego, pero si lo son los movimientos de estos jugadores durante el partido, que es lo que decanta la balanza hacia un lado u otro. El Valladolid comenzó mal, muy mal. Los dos interiores (Jordán y Álex) jugaban muy separados entre sí y más aún con Leao. El rombo era muy grande, tapaban los carriles laterales pero dejaban los centrales descubiertos. Veíamos a un Leao que constantemente tenía que jugar en dos contra uno. El equipo hacía aguas por el centro y el Nástic lo intentó siempre por dentro, dada esa superioridad, en 16 minutos tiró a portería desde la frontal hasta en 3 ocasiones, siendo la más peligrosa el tiro al palo de Juan Muñiz.
En ataque el Valladolid lo intentaba, jugaba con dos jugadores en punta, con mucha movilidad y que no tenían una posición determinada, los centrales del Nástic no tenían una referencia clara y esto hacía del Valladolid un equipo peligroso.
Y en medio de todo ello estaba Míchel, en su mejor partido, pero una vez más no participó en ningún gol, ni asistiendo ni marcando. Entiendo que el míster tiene jugadores de su plena confianza, jugadores que son su prolongación en el campo. Pero un media punta cuya función es pisar el área contraria y asistir a sus compañeros debe de aportar mucho más en ataque y a día de hoy. 8 partidos después (todos de titular), sus números son 0 goles y 0 asistencias, podemos valorar su función durante el partido pero los números están ahí.
El equipo comenzó queriendo tener el balón, pero las medidas del campo, el estado del césped y la presión intensa del Nástic, dificultó mucho el juego al Valladolid.
Con esas, en una de las llegadas de Jordán este asistió a Villar para adelantar al equipo en el marcador. En ese momento el Nástic estaba muerto, el público (poco más de 6.000 personas) silbaba a su equipo. El Pucela debía de matar el partido, pero no lo consiguió y en un jugada aislada, una vez más un lanzamiento desde la frontal del área, sirvió para que Uche empatará el encuentro.
Las sensaciones eran malas, no podía el Valladolid dejar pasar la oportunidad de ganar a un equipo que estaba muerto y con el público en contra. Por suerte para el Valladolid el descanso llegó y Paco reestructuró el equipo. La segunda parte comenzó mejor, las líneas del Pucela estaban mas juntas, la basculación era perfecta y la distancia entre los centrales y los puntas era la adecuada. Y ello se transformó en varias ocasiones del equipo, hasta el gol de José. Una vez más el canterano desequilibraba el marcador con un gran remate de cabeza a centro de Moyano.
Corría el minuto 62 y el Valladolid hacía lo más difícil, volvía a ponerse por delante en el marcador. Y aquí llegó el momento crucial del partido, una vez más la lectura de juego del cuerpo técnico haría que el equipo se distribuyera de una u otra manera en el campo. En este sentido me gustaría aclarar que desde la primera crónica hasta la presenté SIEMPRE he analizado al equipo en función a su juego y NUNCA en función al resultado, ya que este último muchas veces no se corresponde con los méritos realizados por el equipo.
Con esta aclaración, decir que la lectura de Paco fue la correcta. Saca del campo a Villar, jugador que físicamente estaba muerto, y pone en su lugar a un delantero, Raúl de Tomas. El mensaje es claro, el Nástic no puede olvidarse de defender ya que tiene un nuevo delantero, un jugador que baja la pelota y se gira de forma espectacular. Si este cambio fue acertado, el siguiente, aunque tarde, lo fué más. Meter en el campo a Luismi, era algo necesario desde unos minutos antes. Desde ese momento el Nástic fue incapaz de circular el balón y de llegar con peligro al área del Valladolid, y sólo lo hacía a través de centros horizontales. El Valladolid se coloca con un 1-4-2-3-1, con dos jugadores por delante de la defensa y José de extremo izquierdo ayudando al Lucho Balbi. El Pucela no pasa demasiados apuros, hasta que un error en la salida de Becerra posibilita el empate del Nástic, lo cual no sabe aprovechar el equipo grana y finalmente el partido acaba con victoria blanquivioleta.
El resultado podía haber sido diferente, pero los cambios fueron coherentes con las necesidades del partido. En mi opinión es la primera vez que Paco acierta, independientemente del resultado. Todas las lecturas anteriores consistían en retrasar al equipo, dar un paso atrás y dejar pasar los minutos. La mejor manera de defender es tener la pelota, si renuncias al ataque lo único que haces es defender las acometidas del rival que se olvida de defender y pasa a atacar con todos sus hombres. En este encuentro Paco cambió el rol y se preocupó de tener el balón y de querer marcar el 1-3, le salió bien y el equipo con su mando consiguió ganar.
Mis impresiones no fueron buenas, sigo viendo equipo suficiente como para estar entre los 6 primeros, pero aún nos queda mucho para ser un equipo arrollador. Ayer el equipo debió de matar el partido, debió de tener más personalidad, de tener el balón y hacer correr al Nástic y en eso el equipo falló. Es cierto que la posición en la clasificación no es la mejor y que los nervios se notaron, pero somos el Valladolid y debemos de ser uno de los gallitos de la competición.
Algo que se debe mejorar son las acciones a balón parado, cada córner del Nástic era rematado por un jugador, creando mucho peligro en cada jugada a balón parado. Por el contrario el Valladolid no creaba peligro con estas mismas acciones. Es un aspecto del juego muy importante y el Valladolid debería de invertir muchas horas en ello.
Para acabar me gustaría hablar de tres jugadores. José sigue creciendo, es increíble ver a este jugador en directo, no para de moverse, en ataque, con continuos desmarques y creando líneas de pase y en defensa, con ayudas permanentes. Un diez para José que además está marcando goles.
Por otra parte es algo inexplicable que un jugador como Becerra esté pasando por esta situación, ayer vuelve a cometer un error muy grave que casi deja al equipo con 2 puntos menos. Pero más allá de está acción, se le vio muy inseguro. Cuando un portero en vez de coger la pelota opta por despejarla es sinónimo de que no está seguro, y es en ese estado en el que tenemos a nuestro portero. Alguien debería de decirle que esté tranquilo, que va a jugar SÍ o SÍ, que es el mejor portero de la categoría y que no tiene que demostrar nada a nadie. Por último quería mencionar a Jordán, ¡¡qué jugador!! Es espectacular, tiene un físico increíble para llegar a posiciones de remate y defender en la jugada siguiente, una técnica impresionate que le hace controlar y pasar el balón de forma acertada siempre. Un diez de jugador, y es un lujo poder disfrutar de él.
La próxima semana tenemos un partido muy complicado, nos llega otro de los gallitos de la segunda división, el Zaragoza, y llega a Zorrilla en horas bajas, lo que hace que llegue aún más peligroso. Ganar supondría dar caza a puestos de play-off y dejar muy tocado al equipo maño. El partido es el domingo a las 12:00 y espero que la entrada sea acorde a la importancia del partido, todos al campo y a animar al Pucela, otros lo haremos desde la lejania.
¡¡¡Vamos Pucela!!!
Partido de necesidades el que pude presenciar en directo en el “Nou Estadi”. Lo primero, agradecer desde estas líneas una vez más la generosidad de @pucelafichajes por permitirme asistir a este encuentro. Y como no, la paciencia infinita de mi mujer, acompañándome a cada partido.
Se enfrentaba el colista de la segunda división, que no perdía en casa desde el mes de enero y que en la presente temporada aún no había ganado en su propio estadio, contra un Real Valladolid que llevaba desde el 12 de marzo sin ganar fuera. Con estas premisas comenzó el partido.
El Real Valladolid repitió once inicial y sistema de juego. Volvió al 1-4-4-2 con un rombo en el centro del campo y dos “falsos” delanteros. Vuelvo a repetir que el sistema de juego no es algo fundamental para el transcurso del juego, pero si lo son los movimientos de estos jugadores durante el partido, que es lo que decanta la balanza hacia un lado u otro. El Valladolid comenzó mal, muy mal. Los dos interiores (Jordán y Álex) jugaban muy separados entre sí y más aún con Leao. El rombo era muy grande, tapaban los carriles laterales pero dejaban los centrales descubiertos. Veíamos a un Leao que constantemente tenía que jugar en dos contra uno. El equipo hacía aguas por el centro y el Nástic lo intentó siempre por dentro, dada esa superioridad, en 16 minutos tiró a portería desde la frontal hasta en 3 ocasiones, siendo la más peligrosa el tiro al palo de Juan Muñiz.
En ataque el Valladolid lo intentaba, jugaba con dos jugadores en punta, con mucha movilidad y que no tenían una posición determinada, los centrales del Nástic no tenían una referencia clara y esto hacía del Valladolid un equipo peligroso.
Y en medio de todo ello estaba Míchel, en su mejor partido, pero una vez más no participó en ningún gol, ni asistiendo ni marcando. Entiendo que el míster tiene jugadores de su plena confianza, jugadores que son su prolongación en el campo. Pero un media punta cuya función es pisar el área contraria y asistir a sus compañeros debe de aportar mucho más en ataque y a día de hoy. 8 partidos después (todos de titular), sus números son 0 goles y 0 asistencias, podemos valorar su función durante el partido pero los números están ahí.
El equipo comenzó queriendo tener el balón, pero las medidas del campo, el estado del césped y la presión intensa del Nástic, dificultó mucho el juego al Valladolid.
Con esas, en una de las llegadas de Jordán este asistió a Villar para adelantar al equipo en el marcador. En ese momento el Nástic estaba muerto, el público (poco más de 6.000 personas) silbaba a su equipo. El Pucela debía de matar el partido, pero no lo consiguió y en un jugada aislada, una vez más un lanzamiento desde la frontal del área, sirvió para que Uche empatará el encuentro.
Las sensaciones eran malas, no podía el Valladolid dejar pasar la oportunidad de ganar a un equipo que estaba muerto y con el público en contra. Por suerte para el Valladolid el descanso llegó y Paco reestructuró el equipo. La segunda parte comenzó mejor, las líneas del Pucela estaban mas juntas, la basculación era perfecta y la distancia entre los centrales y los puntas era la adecuada. Y ello se transformó en varias ocasiones del equipo, hasta el gol de José. Una vez más el canterano desequilibraba el marcador con un gran remate de cabeza a centro de Moyano.
Corría el minuto 62 y el Valladolid hacía lo más difícil, volvía a ponerse por delante en el marcador. Y aquí llegó el momento crucial del partido, una vez más la lectura de juego del cuerpo técnico haría que el equipo se distribuyera de una u otra manera en el campo. En este sentido me gustaría aclarar que desde la primera crónica hasta la presenté SIEMPRE he analizado al equipo en función a su juego y NUNCA en función al resultado, ya que este último muchas veces no se corresponde con los méritos realizados por el equipo.
Con esta aclaración, decir que la lectura de Paco fue la correcta. Saca del campo a Villar, jugador que físicamente estaba muerto, y pone en su lugar a un delantero, Raúl de Tomas. El mensaje es claro, el Nástic no puede olvidarse de defender ya que tiene un nuevo delantero, un jugador que baja la pelota y se gira de forma espectacular. Si este cambio fue acertado, el siguiente, aunque tarde, lo fué más. Meter en el campo a Luismi, era algo necesario desde unos minutos antes. Desde ese momento el Nástic fue incapaz de circular el balón y de llegar con peligro al área del Valladolid, y sólo lo hacía a través de centros horizontales. El Valladolid se coloca con un 1-4-2-3-1, con dos jugadores por delante de la defensa y José de extremo izquierdo ayudando al Lucho Balbi. El Pucela no pasa demasiados apuros, hasta que un error en la salida de Becerra posibilita el empate del Nástic, lo cual no sabe aprovechar el equipo grana y finalmente el partido acaba con victoria blanquivioleta.
El resultado podía haber sido diferente, pero los cambios fueron coherentes con las necesidades del partido. En mi opinión es la primera vez que Paco acierta, independientemente del resultado. Todas las lecturas anteriores consistían en retrasar al equipo, dar un paso atrás y dejar pasar los minutos. La mejor manera de defender es tener la pelota, si renuncias al ataque lo único que haces es defender las acometidas del rival que se olvida de defender y pasa a atacar con todos sus hombres. En este encuentro Paco cambió el rol y se preocupó de tener el balón y de querer marcar el 1-3, le salió bien y el equipo con su mando consiguió ganar.
Mis impresiones no fueron buenas, sigo viendo equipo suficiente como para estar entre los 6 primeros, pero aún nos queda mucho para ser un equipo arrollador. Ayer el equipo debió de matar el partido, debió de tener más personalidad, de tener el balón y hacer correr al Nástic y en eso el equipo falló. Es cierto que la posición en la clasificación no es la mejor y que los nervios se notaron, pero somos el Valladolid y debemos de ser uno de los gallitos de la competición.
Algo que se debe mejorar son las acciones a balón parado, cada córner del Nástic era rematado por un jugador, creando mucho peligro en cada jugada a balón parado. Por el contrario el Valladolid no creaba peligro con estas mismas acciones. Es un aspecto del juego muy importante y el Valladolid debería de invertir muchas horas en ello.
Para acabar me gustaría hablar de tres jugadores. José sigue creciendo, es increíble ver a este jugador en directo, no para de moverse, en ataque, con continuos desmarques y creando líneas de pase y en defensa, con ayudas permanentes. Un diez para José que además está marcando goles.
Por otra parte es algo inexplicable que un jugador como Becerra esté pasando por esta situación, ayer vuelve a cometer un error muy grave que casi deja al equipo con 2 puntos menos. Pero más allá de está acción, se le vio muy inseguro. Cuando un portero en vez de coger la pelota opta por despejarla es sinónimo de que no está seguro, y es en ese estado en el que tenemos a nuestro portero. Alguien debería de decirle que esté tranquilo, que va a jugar SÍ o SÍ, que es el mejor portero de la categoría y que no tiene que demostrar nada a nadie. Por último quería mencionar a Jordán, ¡¡qué jugador!! Es espectacular, tiene un físico increíble para llegar a posiciones de remate y defender en la jugada siguiente, una técnica impresionate que le hace controlar y pasar el balón de forma acertada siempre. Un diez de jugador, y es un lujo poder disfrutar de él.
La próxima semana tenemos un partido muy complicado, nos llega otro de los gallitos de la segunda división, el Zaragoza, y llega a Zorrilla en horas bajas, lo que hace que llegue aún más peligroso. Ganar supondría dar caza a puestos de play-off y dejar muy tocado al equipo maño. El partido es el domingo a las 12:00 y espero que la entrada sea acorde a la importancia del partido, todos al campo y a animar al Pucela, otros lo haremos desde la lejania.
¡¡¡Vamos Pucela!!!
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