El equipo más joven de Segunda ha sorprendido a todos con su rendimiento
Decía el genial Rubén Darío en su obra «Canción de otoño en primavera» aquello de «juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro… y a veces lloro sin querer». Una sensacional frase que no siempre se ha aplicado al fútbol en sentido literal. Sobre todo a la hora de valorar a los equipos filiales, a quienes siempre se les ha achacado que les cuesta adaptarse a las categorías más importantes del fútbol patrio por su falta de bagaje competitivo, de picardía, de años de experiencia. Este tópico lo ha echado por tierra por completo el Sevilla Atlético. El conjunto más joven de la categoría de plata del fútbol español ocupa en estos momentos la segunda plaza de la tabla de LaLiga 123, posición que, para cualquier otro equipo, daría el ascenso directo a Primera división, no para un Sevilla Atlético que, obviamente, no puede ascender al estar el primer equipo en la categoría superior. ¿Cual es el secreto de este extraordinario arranque en una categoría tan compleja? Las claves pueden ser varias.
La primera de ellas puede ser el hecho de haber mantenido el bloque de la temporada pasada. A pesar de que han llegado hasta nueve incorporaciones, la columna vertebral que logró el ascenso desde la Segunda división B no sólo permanece en el equipo sino que tienen un papel protagonista. José Antonio Caro, Diego González, Curro, Matos, Borja Lasso, Ivi o Carlos Fernández se han mantenido en el plantel, que ha sido convenientemente reforzado para ser competitivos en Segunda división.
La segunda clave está en su banquillo. Diego Martínez ha demostrado que el Sevilla tiene a un técnico de presente y futuro en su cuerpo técnico. Campeón de la Copa de Campeones con el Sevilla juvenil, el técnico salvó al equipo del descenso a Tercera división en su primera temporada, en la segunda logró el ascenso en un play off para el recuerdo ante el Lérida y en la actual tiene a su equipo como gran revelación de LaLiga 123. El preparador sevillista sabe sacar el máximo de sus jugadores, tapar sus defectos propios de la juventud y explotar sus cualidades al máximo para conformar un bloque que se hace muy difícil de batir. En las doce jornadas disputadas hasta el momento, el filial sevillista ha demostrado que es un conjunto muy difícil de batir. Tras un inicio en el que los resultados (y algún arbitraje) no acompañaban a los méritos contraídos sobre el césped, los chavales se han acoplado a lo que les pide Diego Martínez hasta hacerle un conjunto correoso, tanto en casa como a domicilio, lo que ha permitido sacar victorias ante gallitos de la categoría como Zaragoza, Córdoba o Numancia. «Somos todos una piña, vamos todos a una y trabajamos al máximo en cada entrenamiento y cada partido», señala un Borja Lasso que se ha destapado como uno de los referentes de este equipo. No duda el centrocampista en asegurar que «en las primeras jornadas nos faltaban los puntos, el juego existía, y ahora se han unido ambas», a la vez que alaba el trabajo de Diego Martínez: «Nos conocemos perfectamente, es un trabajador incansable, dedica las 24 horas del día a su profesión, es muy exigente consigo mismo y con sus jugadores».
Borja Lasso es parte importante de un centro del campo con mucha llegada que ha ayudado en la faceta goleadora del equipo, necesaria más si cabe con la lesión de Carlos Fernández, su referente ofensivo que, si bien empezó la temporada con el primer equipo, se lesionó gravemente de la rodilla y no podrá arrimar el hombre con el filial en toda la temporada. También destacan la llegada de Ivi, o Curro, que muestra su opinión sobre el buen hacer de su equipo. «No tenemos techo, cada día cada uno de nosotros trabaja para sacar lo mejor de sí mismo. Estamos haciendo una buena temporada, pero aún no hemos hecho nada, hay que seguir trabajando», asegura un Curro que destaca que «Diego Martínez saca lo mejor de cada jugador. Nos enseña cada día para competir al máximo».
El Sevilla Atlético está jugando, por las obras de la ciudad deportiva, en el Sánchez-Pizjuán, una oportunidad que los chavales no han dejado pasar para darle una alegría a una afición que vibró con ellos ante el Elche, con 12.000 entregados a la causa en las gradas. Es el gen del club, competir hasta el final, el «dicen que nunca se rinde» elevado a la máxima expresión. Y esto, los chavales, lo llevan a su máxima expresión cada domingo. Dure lo que dure. Es la rebeldía de la juventud.
Link: http://sevilla.abc.es/deportes/orgullodenervion/noticias/sevilla-fc/114043-114043-1478209787.html
Decía el genial Rubén Darío en su obra «Canción de otoño en primavera» aquello de «juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro… y a veces lloro sin querer». Una sensacional frase que no siempre se ha aplicado al fútbol en sentido literal. Sobre todo a la hora de valorar a los equipos filiales, a quienes siempre se les ha achacado que les cuesta adaptarse a las categorías más importantes del fútbol patrio por su falta de bagaje competitivo, de picardía, de años de experiencia. Este tópico lo ha echado por tierra por completo el Sevilla Atlético. El conjunto más joven de la categoría de plata del fútbol español ocupa en estos momentos la segunda plaza de la tabla de LaLiga 123, posición que, para cualquier otro equipo, daría el ascenso directo a Primera división, no para un Sevilla Atlético que, obviamente, no puede ascender al estar el primer equipo en la categoría superior. ¿Cual es el secreto de este extraordinario arranque en una categoría tan compleja? Las claves pueden ser varias.
La primera de ellas puede ser el hecho de haber mantenido el bloque de la temporada pasada. A pesar de que han llegado hasta nueve incorporaciones, la columna vertebral que logró el ascenso desde la Segunda división B no sólo permanece en el equipo sino que tienen un papel protagonista. José Antonio Caro, Diego González, Curro, Matos, Borja Lasso, Ivi o Carlos Fernández se han mantenido en el plantel, que ha sido convenientemente reforzado para ser competitivos en Segunda división.
La segunda clave está en su banquillo. Diego Martínez ha demostrado que el Sevilla tiene a un técnico de presente y futuro en su cuerpo técnico. Campeón de la Copa de Campeones con el Sevilla juvenil, el técnico salvó al equipo del descenso a Tercera división en su primera temporada, en la segunda logró el ascenso en un play off para el recuerdo ante el Lérida y en la actual tiene a su equipo como gran revelación de LaLiga 123. El preparador sevillista sabe sacar el máximo de sus jugadores, tapar sus defectos propios de la juventud y explotar sus cualidades al máximo para conformar un bloque que se hace muy difícil de batir. En las doce jornadas disputadas hasta el momento, el filial sevillista ha demostrado que es un conjunto muy difícil de batir. Tras un inicio en el que los resultados (y algún arbitraje) no acompañaban a los méritos contraídos sobre el césped, los chavales se han acoplado a lo que les pide Diego Martínez hasta hacerle un conjunto correoso, tanto en casa como a domicilio, lo que ha permitido sacar victorias ante gallitos de la categoría como Zaragoza, Córdoba o Numancia. «Somos todos una piña, vamos todos a una y trabajamos al máximo en cada entrenamiento y cada partido», señala un Borja Lasso que se ha destapado como uno de los referentes de este equipo. No duda el centrocampista en asegurar que «en las primeras jornadas nos faltaban los puntos, el juego existía, y ahora se han unido ambas», a la vez que alaba el trabajo de Diego Martínez: «Nos conocemos perfectamente, es un trabajador incansable, dedica las 24 horas del día a su profesión, es muy exigente consigo mismo y con sus jugadores».
Borja Lasso es parte importante de un centro del campo con mucha llegada que ha ayudado en la faceta goleadora del equipo, necesaria más si cabe con la lesión de Carlos Fernández, su referente ofensivo que, si bien empezó la temporada con el primer equipo, se lesionó gravemente de la rodilla y no podrá arrimar el hombre con el filial en toda la temporada. También destacan la llegada de Ivi, o Curro, que muestra su opinión sobre el buen hacer de su equipo. «No tenemos techo, cada día cada uno de nosotros trabaja para sacar lo mejor de sí mismo. Estamos haciendo una buena temporada, pero aún no hemos hecho nada, hay que seguir trabajando», asegura un Curro que destaca que «Diego Martínez saca lo mejor de cada jugador. Nos enseña cada día para competir al máximo».
El Sevilla Atlético está jugando, por las obras de la ciudad deportiva, en el Sánchez-Pizjuán, una oportunidad que los chavales no han dejado pasar para darle una alegría a una afición que vibró con ellos ante el Elche, con 12.000 entregados a la causa en las gradas. Es el gen del club, competir hasta el final, el «dicen que nunca se rinde» elevado a la máxima expresión. Y esto, los chavales, lo llevan a su máxima expresión cada domingo. Dure lo que dure. Es la rebeldía de la juventud.
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