El Girona-Sevilla Atlético ha pasado factura y las lluvias de la última semana no han ayudado: ha mejorado respecto a hace siete días pero sigue embarrado y dañado
Más que saber cómo afrontará el Girona el próximo partido tras perder en Elche, o de conocer con qué ánimos se presentará un Valladolid que ha subido hasta la quinta plaza, la gran incógnita para este fin de semana es conocer cuál será el estado del césped de Montilivi. Han pasado ocho días desde que el Girona-Sevilla Atlético se jugara a lluvia batiente, dejando el campo casi impracticable y en un estado lamentable. «Esperamos que esté en las mejores condiciones para el próximo partido, pero milagros no se pueden hacer», decía el presidente Delfí Geli el lunes de la semana pasada. De milagro no será, pero el club ha trabajado desde el primer día y así lo seguirá haciendo para intentar que el terreno de juego esté lo mejor posible para recibir el Valladolid.
Hace una semana exactamente, el estado era ciertamente preocupante. Muchas zonas embarradas y una buena parte del campo visiblemente dañado; no han ayudado mucho las lluvias de los últimos días. El jardinero y algún operario no ha hecho más que hacer trabajos y el equipo tiene previsto trabajar el mínimo. El estado ha mejorado respecto al de hace una semana, pero la imagen todavía no es la deseada: aún hay demasiado barro, muchas zonas del campo siguen dañadas e irregulares, y posiblemente la banda de los banquillos es la parte más afectada . La buena noticia es que no se espera más lluvia para estos próximos días; se seguirá trabajando para que el césped presente el mejor aspecto posible, pero desde Montilivi es tiene asumido que para el domingo es imposible tener el campo en las mismas buenas condiciones que antes de recibir al Sevilla Atlético.
La empresa que se encarga del mantenimiento del césped del estadio blanquiazul rojo es Royalverd. Su director general, Eudald Morera, admitía ayer en Diario de Mallorca que hay algunas circunstancias que dificultan poder limpiar y tener la hierba tan bien como antes, pero en ningún caso se mostraba pesimista. «Estamos trabajando con los medios que tenemos», se limitaba a afirmar, avanzando, eso sí, que «es evidente que para la época del año en que nos encontramos y el campo que tenemos, la recuperación es lenta». A pesar de todo, su impresión no era del todo pesimista, recordando que «cada día vamos mejorando" y que, justo al lunes, todavía quedan días para que llegue a domingo, cuando se disputará el duelo entre el Girona y el Valladolid.
Pocas sesiones en el estadio
Cuanto menos se pise el césped durante esta semana, más evitará que su recuperación sea más lenta de lo que se desea. Por ello, como ya ocurrió antes de viajar a Elche, el cuerpo técnico ha decidido entrenarse al mínimo posible al estadio para preparar el partido del domingo con el Valladolid. Mañana el equipo volverá al trabajo y lo hará con una única sesión en Montilivi, aunque seguramente explotará más el terreno de juego anexo que no el campo principal. Luego, dos entrenamientos consecutivos en el Top Ten de Tordera. Viernes y sábado, de nuevo en Montilivi, aunque no se descarta trabajar en el campo de Vilablareix el viernes, como ha ocurrido en otras ocasiones. El objetivo es claro: forzar el mínimo posible el aún dañada del estadio.
El último cambio de césped, en 2009
El primer curso del retorno a la Segunda División A (la temporada 2008/09), el césped de Montilivi también sufrió, y mucho, por culpa del mal tiempo. Un buen número de partidos se jugaron bajo la lluvia y el terreno de juego en pagó las consecuencias. Tanto, que el club se planteó cambiar de arriba abajo el verde del campo un año después. Y así fue en el otoño de 2009. La muda del césped costó unos 200.000 euros, pagados con el patrocinio de Arcadi Pla, y se estrenó en un partido de Copa del Rey contra el Celta de Vigo después de unos trabajos que se alargaron durante doce días.
Link: http://www.diaridegirona.cat/girona-fc/2017/01/31/gespa-continua-mal-pocs-dies/826708.html
Más que saber cómo afrontará el Girona el próximo partido tras perder en Elche, o de conocer con qué ánimos se presentará un Valladolid que ha subido hasta la quinta plaza, la gran incógnita para este fin de semana es conocer cuál será el estado del césped de Montilivi. Han pasado ocho días desde que el Girona-Sevilla Atlético se jugara a lluvia batiente, dejando el campo casi impracticable y en un estado lamentable. «Esperamos que esté en las mejores condiciones para el próximo partido, pero milagros no se pueden hacer», decía el presidente Delfí Geli el lunes de la semana pasada. De milagro no será, pero el club ha trabajado desde el primer día y así lo seguirá haciendo para intentar que el terreno de juego esté lo mejor posible para recibir el Valladolid.
Hace una semana exactamente, el estado era ciertamente preocupante. Muchas zonas embarradas y una buena parte del campo visiblemente dañado; no han ayudado mucho las lluvias de los últimos días. El jardinero y algún operario no ha hecho más que hacer trabajos y el equipo tiene previsto trabajar el mínimo. El estado ha mejorado respecto al de hace una semana, pero la imagen todavía no es la deseada: aún hay demasiado barro, muchas zonas del campo siguen dañadas e irregulares, y posiblemente la banda de los banquillos es la parte más afectada . La buena noticia es que no se espera más lluvia para estos próximos días; se seguirá trabajando para que el césped presente el mejor aspecto posible, pero desde Montilivi es tiene asumido que para el domingo es imposible tener el campo en las mismas buenas condiciones que antes de recibir al Sevilla Atlético.
La empresa que se encarga del mantenimiento del césped del estadio blanquiazul rojo es Royalverd. Su director general, Eudald Morera, admitía ayer en Diario de Mallorca que hay algunas circunstancias que dificultan poder limpiar y tener la hierba tan bien como antes, pero en ningún caso se mostraba pesimista. «Estamos trabajando con los medios que tenemos», se limitaba a afirmar, avanzando, eso sí, que «es evidente que para la época del año en que nos encontramos y el campo que tenemos, la recuperación es lenta». A pesar de todo, su impresión no era del todo pesimista, recordando que «cada día vamos mejorando" y que, justo al lunes, todavía quedan días para que llegue a domingo, cuando se disputará el duelo entre el Girona y el Valladolid.
Pocas sesiones en el estadio
Cuanto menos se pise el césped durante esta semana, más evitará que su recuperación sea más lenta de lo que se desea. Por ello, como ya ocurrió antes de viajar a Elche, el cuerpo técnico ha decidido entrenarse al mínimo posible al estadio para preparar el partido del domingo con el Valladolid. Mañana el equipo volverá al trabajo y lo hará con una única sesión en Montilivi, aunque seguramente explotará más el terreno de juego anexo que no el campo principal. Luego, dos entrenamientos consecutivos en el Top Ten de Tordera. Viernes y sábado, de nuevo en Montilivi, aunque no se descarta trabajar en el campo de Vilablareix el viernes, como ha ocurrido en otras ocasiones. El objetivo es claro: forzar el mínimo posible el aún dañada del estadio.
El último cambio de césped, en 2009
El primer curso del retorno a la Segunda División A (la temporada 2008/09), el césped de Montilivi también sufrió, y mucho, por culpa del mal tiempo. Un buen número de partidos se jugaron bajo la lluvia y el terreno de juego en pagó las consecuencias. Tanto, que el club se planteó cambiar de arriba abajo el verde del campo un año después. Y así fue en el otoño de 2009. La muda del césped costó unos 200.000 euros, pagados con el patrocinio de Arcadi Pla, y se estrenó en un partido de Copa del Rey contra el Celta de Vigo después de unos trabajos que se alargaron durante doce días.
Link: http://www.diaridegirona.cat/girona-fc/2017/01/31/gespa-continua-mal-pocs-dies/826708.html
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