Suprimir el foso y rebajar en unos metros el nivel del césped para poder acoger el aforo que se requiere para poder acoger partidos olímpicos. Esas serían las principales modificaciones que sufriría el estadio José Zorrilla si finalmente Madrid es mañana la elegida para albergar los Juegos Olímpicos de 2020.
«La propia Federación Internacional de Fútbol (FIFA) es la que decidiría estos cambios», concretó ayer el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, invitado a acudir a Buenos Aires, donde se conocerá mañana la ciudad que acoja los Juegos, pero que declinó acudir por estar su ciudad en fiestas: «Era un poco fuerte que en una semana de ferias me vaya cuatro días para apoyar un tema importante, pero no lo es menos el estar celebrando las fiestas patronales con mis paisanos».
De esta forma, Valladolid, que ya sabe que si Madrid es la elegida acogerá una subsede de fútbol, se jugará mañana también ser olímpica; y su principal estadio, el José Zorrilla, un lavado de cara a sus más de 30 años de historia, el que obligarían desde la FIFA y que empezaría por suprimir el foso -anteriormente obligatorio- y poder bajar el nivel del césped, lo que permitiría ganar aún más capacidad.
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