JIM se juega su crédito frente al Villarreal

El Valladolid niega que esté cuestionado, la difícil situación económica su aliado.

Al Real Valladolid no le salen las cuentas. Seis puntos de los últimos 30 en juego son números preocupantes. Una sangría que no cesa y que empieza a mermar el crédito de su entrenador, el eslabón más frágil de esta cadena que es el fútbol.

Juan Ignacio Martínez tiene pocas opciones más. O levanta al equipo o será víctima de los resultados. Es la máxima del fútbol. El partido ante el Granada dejó tocado a la plantilla y al alicantino como máximo responsable técnico del mismo. Y en San Mamés, aunque el equipo tuvo más actitud, el resultado acabó siendo el mismo.

Quizá se le puede disculpar por el rival. Los números de los rojiblancos hacían de San Mamés un campo imposible, pero la película cambió cuando Óscar adelantó a los blanquivioleta. Quizá ese gol fue una condena, porque el equipo dio un paso atrás obligado por los de Valverde que asediaron la portería de una magnífico Mariño.

Sin soluciones
Y desde la banda no hubo soluciones. Sólo melancolía. "Este equipo está un poco enfermito", reconocía poco después Juan Ignacio Martínez en rueda de prensa. El problema es que él parece no encontrar el fármaco idóneo.

Desde el club se transmite un mensaje de tranquilidad. No piensan en un cambio de entrenador, tal y como aseguraba el director deportivo, Alberto Marcos, horas antes del encuentro frente al Athletic de Bilbao. "Confiamos en el entrenador. Estamos todos juntos en esto y somos todos los que estamos aquí los que tenemos que cambiar esta situación", reconocía.

Sin embargo, una nueva derrota el sábado ante el Villarreal podría alterar ese discurso. Es verdad que el conjunto que dirige Marcelino, a priori, es un rival poco apetecible a estas alturas de curso, pero eso no debe servir de excusa, o así se entiende desde las oficinas de Zorrilla. Todo lo que no sea sumar será una muesca más en el futuro del técnico alicantino en la entidad blanquivioleta.

Ahora mismo, el máximo aliado de Juan Ignacio Martínez es la necesidad o, desde otro prisma, la precariedad de las arcas de un club en concursal. El alicantino tiene firmadas dos temporadas más y cesarle supondría un desembolso superior a los 1,5 millones de euros.

Esta hipótesis también fue descartada por el club, que incide en que no es cuestión de dinero, sino de confianza. "Si nosotros viéramos que el entrenador no trabaja bien, que el equipo no estuviera bien trabajado, ahora mismo no estaríamos hablando de eso y sí de otras cosas", zanjaba Marcos.


Previous
Next Post »