Las tres derrotas consecutivas que acumula el Real Valladolid han terminado con el brillante inicio de campeonato blanquivioleta y han sacado al cuadro vallisoletano de la zona de ascenso a Primera.
Esta dinámica negativa, que ha venido dada más por detalles concretos que por un problema futbolístico generalizado, sí que tiene un común de- nominador que ya destaca por encima de las otras cuestiones que se deben mejorar.
El equipo dirigido por Paco Herrera sólo ha sido capaz de marcar tres goles en las seis primeras jornadas de Liga y todavía no ha conseguido anotar fuera de Zorrilla. Unos números que no se corresponden con lo que se espera de un equipo que lucha por ocupar los primeros puestos de la tabla.
Así, la rentabilidad que ha logrado el Real Valladolid de sus tres tantos ha sido máxima, al tener ya siete puntos en su casillero, gracias principalmente a una solvencia defensiva que también se está viniendo abajo con el paso de las semanas.
Por eso, y partiendo de la base de los problemas goleadores que está teniendo el Valladolid, cualquier tanto en contra se convierte en una losa prácticamente imposible de levantar, aunque en el caso del encuentro del martes la derrota se produjera más por la falta de fortuna, con dos balones al larguero y un claro penalti no señalado a favor de los vallisoletanos, que por la escasez de oportunidades de gol.
Aunque decepcionado por los últimos resultados, el cuerpo técnico no tienen dudas sobre el camino para obtener su mejor nivel de juego. Sin embargo, es consciente de la necesidad de terminar con la mala racha y de conseguir el sábado una victoria ante el Huesca.
Noticia: MARCA
Esta dinámica negativa, que ha venido dada más por detalles concretos que por un problema futbolístico generalizado, sí que tiene un común de- nominador que ya destaca por encima de las otras cuestiones que se deben mejorar.
El equipo dirigido por Paco Herrera sólo ha sido capaz de marcar tres goles en las seis primeras jornadas de Liga y todavía no ha conseguido anotar fuera de Zorrilla. Unos números que no se corresponden con lo que se espera de un equipo que lucha por ocupar los primeros puestos de la tabla.
Así, la rentabilidad que ha logrado el Real Valladolid de sus tres tantos ha sido máxima, al tener ya siete puntos en su casillero, gracias principalmente a una solvencia defensiva que también se está viniendo abajo con el paso de las semanas.
Por eso, y partiendo de la base de los problemas goleadores que está teniendo el Valladolid, cualquier tanto en contra se convierte en una losa prácticamente imposible de levantar, aunque en el caso del encuentro del martes la derrota se produjera más por la falta de fortuna, con dos balones al larguero y un claro penalti no señalado a favor de los vallisoletanos, que por la escasez de oportunidades de gol.
Aunque decepcionado por los últimos resultados, el cuerpo técnico no tienen dudas sobre el camino para obtener su mejor nivel de juego. Sin embargo, es consciente de la necesidad de terminar con la mala racha y de conseguir el sábado una victoria ante el Huesca.
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