La de Vigo fue la séptima vez que los blanquivioletas reciben cuatro goles en partidos lejos de Zorrilla • El Betis, la única salida que falta
La goleada recibida por el Valladolid en el estadio de Balaídos ha supuesto un durísimo golpe anímico para la plantilla blanquivioleta que, en el momento más delicado de la temporada, se ha reencontrado con todos los fantasmas que le han hecho llegar a las últimas jornadas del campeonato con serio riesgo de perder la categoría.
La incapacidad vallisoletana para obtener resultados positivos lejos del José Zorrilla parecía haberse solventado con un aumento de la seguridad defensiva que, aunque no terminara con la sequía de victorias, sí permitía ir sumando de uno en uno gracias a los empates. Sin embargo, el choque del pasado lunes provocó que el equipo dirigido por Juan Ignacio Martínez recuperara la imagen de de- bilidad que le ha conducido a ocupar uno de los puestos de descenso a Segunda.
Con el 4-1 recibido ante el Celta, el Valladolid acumula ya siete encuentros como visitante en los que ha recibido cuatro goles y en los que no ha ofrecido la posibilidad de competir ante rivales que desarbolaron por completo el juego vallisoletano. Así, la última goleada en Balaídos se suma a las encajadas en los campos del Barcelona (4-1), del Real Madrid (4-0), del Espanyol (4-2), del Grana- da (4-0), del Athletic (4-2) y del Sevilla (4-1).
Todos estos resultados convierten al conjunto vallisoletano en el segundo peor visitante de Primera, con solo una victoria y seis empates en 18 partidos disputados lejos de Zorrilla. Es decir, nueve puntos sumados de 54 posibles, y solo con el Real Betis, ya descendido matemáticamente, con peores números que el cuadro de Juan Ignacio Martínez.
Solo uno más a domicilio
Al menos, el equipo blanquivioleta tiene el consuelo de tener que disputar solo un partido más a domicilio hasta el final del campeonato, aunque con la trayectoria que mantiene el Valladolid en los últimos compromisos será imprescindible que consiga en su visita al Benito Villamarín su segunda victoria como visitante del campeonato para seguir con opciones de pelear por mantener la categoría.
Con el Betis ya descendido y la permanencia pendiente de un hilo, el encuentro de la penúltima jornada de Liga se presenta para el Valladolid como una de las escasas opciones para sumar una victoria que permita mantener viva la esperanza y, al mismo tiempo, termine con una dinámica a domicilio que ha provocado que el equipo vallisoletano ponga rumbo hacia Segunda. Ante los verdiblancos, los de Juan Ignacio Martínez deben revertir su situación en los partidos lejos de Zorrilla.
Noticia: MARCA
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