Futbolistas que han jugado en el Valladolid y en el Betis

A lo largo de la historia, la relación entre verdiblancos y albivioletas no se ha reducido sólo a la competición, algo que demuestra la amplia lista de jugadores que vistieron ambas elásticas

Betis y Valladolid no sólo son dos de los principales candidatos a lograr el ascenso a Primera. También son clubes que, a lo largo de la historia, han mantenido una especial relación entre sí, hasta el punto de que muchísimos futbolistas han vestido las elásticas de ambos. Una tendencia que cuenta con numerosos ejemplos en los últimos años, pero cuyo origen se remon- taría mucho más atrás.

De hecho, ya en las décadas de los treinta y cuarenta se produjeron casos como los de Jesusín, Benito, Bohórquez o Cortón, al tiempo que todo un ilustre de nuestro fútbol como Sabino Barinaga terminó su carrera en Heliópolis, doce años después de vivir una cesión en las filas pucelanas que, a la postre, le permitiría ganarse un sitio en un Real Madrid donde pasaría a la posteridad.

Más tarde llegarían casos como los de Espinosa, Antón, Molina, Mellado, Paquito, Raúl (un argentino que prácticamente quedó inédito en los dos equipos), Landa o Campos. No obstante, prácticamente ninguno ha tenido la trascendencia de todo un mito verdiblanco como Julio Cardeñosa, que despuntó con la casaca albivioleta antes de arribar a La Palmera, donde ejerció como ‘cerebro’ del equipo durante once temporadas, ganando la Copa del Rey de 1977. Años después, en 1990, lideraría también desde el banquillo un ascenso a Primera con el que ahora se vuelve a soñar.

Sea como fuere, la lista de trasvases creció muchísimo durante los ochenta, incluyendo nombres como los de Sánchez Vallés, Ito, Gail, Calderé, Manolo Hie- rro, Pato Yáñez o Rubén Bilbao. Es más, también a lo largo de esa misma década explotaría definitivamente con la elástica de las trece barras Hipólito Rincón, único ‘Pichichi’ de la entidad en Primera división y que años antes, en su intento por convencer al Real Madrid de que podía triunfar allí, también probó suerte en el Valladolid. Ya en los noventa, el ritmo decreció. Márquez, tras casi toda una vida en Heliópolis, se marchó a tierras castellanas, desde donde llegaron Fernando Sánchez y Benjamín. De ellos, sólo el segundo echó raíces en el vestuario bético, donde incluso pudo vivir una temporada irrepetible: aquella 04/05 que acabó con el equipo en Champions y el título de Copa bajo el brazo. Esa experiencia la compartiría con dos canteranos como Juanito y Varela, quienes años más tarde colgarían las botas como blanquivioletas. Pero también con Fernando Fernández, que arribó a la Avenida de La Palmera años antes, igual que un Tote que jamás estuvo a la altura de las expectativas.
Fran No, Figueras, Chica y Pereira cierran por ahora este inventario

Además, están los casos de Nano, Fabricio y Mario, pero también los de Fran No, Chica y Pereira, quienes pasaron por Heliópolis antes de acabar en Pucela, justo lo contrario que hizo Jordi Figueras, que en su dilatado currículum antes de ser verdiblanco también incluye una temporada en el José Zorrilla.

Noticia: ESTADIO DEPORTIVO


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