El conocido periodista presenta su biografía "Buenas noches y saludos cordiales", junto al autor de la misma, Vicente Ferrer
Valladolid y José María García tienen una historia común... O muchas, pero una muy especial. Ocurrió en la madrugada del 16 de septiembre de 1997 en su programa ‘Supergarcía’, de la cadena Cope. El Real Valladolid se encontraba a horas de debutar en la UEFA frente al Skonto de Riga cuando García reunió en su programa a Vicente Cantatore, por entonces técnico del conjunto blanquivioleta, y Marcos Fernández Fermoselle, hijo de Marcos Fernández, que en ese momento se encontraba en Estados Unidos tratándose de una trombopenia (falta de plaquetas en la sangre) por la que después falleció. El motivo, que la renovación del técnico chileno, que un año antes había salvado del descenso al club y le había llevado a jugar en Europa, se había enquistado. La conversación, sin que interviniera García se fue acalorando hasta que el hijo de Marcos Fernández pronunció aquella frase: «Vicente, te voy a dar el gustazo de decirte ahora mismo que estás absolutamente destituido».
Con ese recuerdo, fresco en su memoria, José María García se presentó ayer en la librería Oletvm para acompañar al también periodista Vicente Ferrer Molina, autor de su biografía ‘Buenas noches y saludos cordiales’. «Lo recuerdo, está en las redes sociales, fue un momento deportivo que tuvo su importancia y que demostraba una cosa, que el presidente que se murió era un señor presidente y que los hijos no daban la talla», reconoció nada más llegar a la librería y atender a los medios de comunicación con escrupulosa puntualidad.
García reconocía que tenía cierto cariño a esta tierra. De hecho es una de las seis ciudades, junto con Gijón, Madrid, Barcelona, Valencia y Granada en donde ha acudido para presentar su libro. «He venido en muchas ocasiones a Valladolid, a la buena tierra de un queridísimo amigo mío como es Javier Ares, aquí hemos tenido Antena 3 Radio que es la trayectoria más satisfactoria e inolvidable de toda mi vida y hoy -por ayer- estoy aquí porque a alguien se le ha ocurrido hacer una biografía mía», admitió con ese tono pausado con el que conquistó las ondas durante su dilatada trayectoria.
«Han sido dos años de mucho trabajo de Vicente Ferrer, de entrevistar a todos mis amigos y también a mis enemigos y de alguna forma había que compensarle», se sinceraba para continuar asegurando que «el libro no me gusta excesivamente no porque no falte a la verdad, sino porque en la parte positiva me concede un poder que no creo haber tenido y en la negativa, me dibuja una maldad que, si realmente he sido lo que dice ese libro, he tenido que ser un hijo de puta».
La presentación del libro, que congregó a numeroso público, sirvió para repasar las anécdotas más jugosas de García que quiso mandar un recado al periodismo deportivo que se hace hoy en día. «Estaríamos horas y horas sobre lo que echo de menos hoy en día en el periodismo deportivo y nos están esperando... Echo de menos la investigación, echo de menos la denuncia y echo de más el ja ja ja y el ji ji ji y que han convertido en un patio de vecinos y sin ninguna ética algo tan hermoso como contar verdades», concluyó.
Link: http://www.eldiadevalladolid.com/noticia/Z4F5B9045-BA1D-7249-8187B4FCFD7905B2/20160517/garcia/marcos/fernandez/era/se%C3%B1or/hijos/no/daban/talla
Valladolid y José María García tienen una historia común... O muchas, pero una muy especial. Ocurrió en la madrugada del 16 de septiembre de 1997 en su programa ‘Supergarcía’, de la cadena Cope. El Real Valladolid se encontraba a horas de debutar en la UEFA frente al Skonto de Riga cuando García reunió en su programa a Vicente Cantatore, por entonces técnico del conjunto blanquivioleta, y Marcos Fernández Fermoselle, hijo de Marcos Fernández, que en ese momento se encontraba en Estados Unidos tratándose de una trombopenia (falta de plaquetas en la sangre) por la que después falleció. El motivo, que la renovación del técnico chileno, que un año antes había salvado del descenso al club y le había llevado a jugar en Europa, se había enquistado. La conversación, sin que interviniera García se fue acalorando hasta que el hijo de Marcos Fernández pronunció aquella frase: «Vicente, te voy a dar el gustazo de decirte ahora mismo que estás absolutamente destituido».
Con ese recuerdo, fresco en su memoria, José María García se presentó ayer en la librería Oletvm para acompañar al también periodista Vicente Ferrer Molina, autor de su biografía ‘Buenas noches y saludos cordiales’. «Lo recuerdo, está en las redes sociales, fue un momento deportivo que tuvo su importancia y que demostraba una cosa, que el presidente que se murió era un señor presidente y que los hijos no daban la talla», reconoció nada más llegar a la librería y atender a los medios de comunicación con escrupulosa puntualidad.
García reconocía que tenía cierto cariño a esta tierra. De hecho es una de las seis ciudades, junto con Gijón, Madrid, Barcelona, Valencia y Granada en donde ha acudido para presentar su libro. «He venido en muchas ocasiones a Valladolid, a la buena tierra de un queridísimo amigo mío como es Javier Ares, aquí hemos tenido Antena 3 Radio que es la trayectoria más satisfactoria e inolvidable de toda mi vida y hoy -por ayer- estoy aquí porque a alguien se le ha ocurrido hacer una biografía mía», admitió con ese tono pausado con el que conquistó las ondas durante su dilatada trayectoria.
«Han sido dos años de mucho trabajo de Vicente Ferrer, de entrevistar a todos mis amigos y también a mis enemigos y de alguna forma había que compensarle», se sinceraba para continuar asegurando que «el libro no me gusta excesivamente no porque no falte a la verdad, sino porque en la parte positiva me concede un poder que no creo haber tenido y en la negativa, me dibuja una maldad que, si realmente he sido lo que dice ese libro, he tenido que ser un hijo de puta».
La presentación del libro, que congregó a numeroso público, sirvió para repasar las anécdotas más jugosas de García que quiso mandar un recado al periodismo deportivo que se hace hoy en día. «Estaríamos horas y horas sobre lo que echo de menos hoy en día en el periodismo deportivo y nos están esperando... Echo de menos la investigación, echo de menos la denuncia y echo de más el ja ja ja y el ji ji ji y que han convertido en un patio de vecinos y sin ninguna ética algo tan hermoso como contar verdades», concluyó.
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