Carlos Lázaro completará el medio centro pucelano la temporada que viene

Carlos Lázaro pasó el lunes tan abatido como el resto de los componentes de la Sociedad Deportiva Huesca. El mediocentro olmedano se lamentaba por el descenso del cuadro oscense a Segunda B, aunque vislumbraba un rayo salvador. «Queda una jornada. Tenemos que ganar en Huelva y ver lo que puede pasar. Matemáticamente estamos descendidos, pero puede que administrativamente pase algo». Y ayer sucedió: la LFP determinó el descenso administrativo del Guadalajara a Segunda División B por irregularidades en el proceso de ampliación de capital. Así que Lázaro se centrará esta semana en lograr el triunfo ante el Recreativo junto a sus compañeros del Huesca para mantener la categoría. Pero el futbolista también mira más allá y eso supone pensar ya en su vuelta al Real Valladolid después de su periodo de cesión en el club del Alto Aragón.

«Tengo ganas de volver. Se me quedó corto el año que estuve en Primera y estoy con unas ganas locas de empezar ya, de que llegue la pretemporada y ser uno más. Y con la ilusión de poder quedarme», apunta el mediocentro.

En Huesca, Lázaro ha vuelto a sentirse futbolista después de un largo periodo de oscuridad que comenzó con una rotura de menisco en marzo de 2010. La lesión se fue complicando tras la primera intervención quirúrgica y acabó derivando en una segunda operación en octubre de 2011 para extirparle parte de la membrana sinovial que le provocaba continuas hinchazones en la rodilla. A Huesca llegó en el tramo final de la temporada 2011-2012, pero ha sido esta última campaña la que le ha devuelto el verdadero protagonismo sobre el césped con una nueva cesión.

«En lo personal, este año ha sido positivo. Al final he cumplido el objetivo, que era jugar el mayor número posible de partidos. Ahora, con todos esos minutos, llegaré a Valladolid con fuerza para empezar la pretemporada y con la idea de luchar por quedarme».

A falta de la última jornada en la Liga Adelante, Lázaro ha disputado esta temporada 27 partidos e, incluso, ha anotado un gol. Las molestias en la rodilla han desaparecido -«perfecto, sin problemas»- y el bagaje adquirido en Segunda División le ha permitido continuar la progresión que se vio frenada tras los ocho partidos que jugó con el Real Valladolid en Primera División durante la temporada 2009-2010.

«Jugando una temporada en Segunda te fogueas y te haces más jugador», reconoce.

Lázaro posee contrato con el Real Valladolid hasta el 30 de junio de 2014 así que hará las maletas en cuanto acabe su préstamo en Huesca. Por lo que él sabe, su futuro no queda vinculado al de una posible operación con Omar Ramos. Omar llegó cedido por el Huesca al Real Valladolid y el club blanquivioleta dispone de una opción de compra para ejecutar estos días. «En principio no tiene nada que ver. No sé cómo estará el tema de Omar, pero yo vuelvo a Valladolid. No sé si él retornará al Huesca».

Como el resto de futbolistas con contrato blanquivioleta, Lázaro anda pendiente del nombre del próximo técnico que llegará a Zorrilla. «Con el nuevo entrenador, todo el mundo partirá de cero. Habrá que intentar convencerle, ganarse su confianza y aportar lo que se pueda. Fue fabuloso jugar en Primera. Tengo muchas ganas de repetir todo eso».

Fuente: Norte de Castilla


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