Columna de Tony Pola para el Norte de Castilla: ETERNO '21'

No soy un hombre supersticioso, salvo en contadas ocasiones. Una de ellas fue el día en el que me enfrenté al examen práctico en Alicante para obtener el carné de conducir. Ponerme a los mandos de un vehículo de cuatro ruedas siempre me ha dado respeto, pero ese día estaba bastante tranquilo. Quizá fuera la seguridad de que iba a suspender lo que me hizo afrontar aquella prueba tan extrañamente relajado o, quizá, fuera la peculiar camiseta que llevaba bajo el jersey a modo de talismán. Aquella prenda blanca y violeta con el número 21 a la espalda me ha acompañado en muchas ocasiones de mi vida, y en esa volvió a darme suerte en forma de un inesperado aprobado. No hace falta que les explique el porqué de los colores de la camiseta, pero el dorsal sí tiene algo más de historia.

Desde muy pequeño, siempre me ha llamado la atención un perfil de jugador: el del atacante habilidoso. Ese que asiste, regatea y golea, pero que no puede definirse solo como un ‘9’ puro, un simple rematador. Pantic, Rivaldo, Juninho, Aimar, Valerón, Caminero, Luis Enrique, Ronaldinho, Riquelme… Generalmente siempre me han atraído los mediapuntas, jugadores capaces de distribuir el juego, pero con mucha técnica y proyección ofensiva. Muchos de estos ejemplos, como Zidane, Valerón, Silva o Pirlo, han llevado a lo largo de su carrera ese 21 a su espalda. Afortunadamente, en Valladolid también tenemos ejemplos de ese tipo de jugador, bajito, con pundonor y habilidad. Los más jóvenes tendrán en mente a Sisinio, otro que escogió ese bonito dorsal para luchar por nuestro equipo, pero muchos habrán pensado también en Víctor. El eterno ‘21’, como le llaman algunos, se asociaba con los delanteros puros con la misma habilidad con la que él solo se fabricaba un gol o lanzaba un penalti. Su querido dorsal ha estado casi siempre en mi colección de camisetas del Pucela, a modo de homenaje hacia quien tantas tardes nos hizo disfrutar. En la plantilla actual del Real Valladolid ese ‘21’ ha correspondido a Bergdich, pero perfectamente lo podría haber heredado Pereira. El gallego recuerda en su juego, e incluso físicamente, a ese ‘pitufo’ extremeño que tantas veces se asoció con gente como Peternac o Joseba Llorente. Lleva el 24, pero con actuaciones como la del pasado domingo, podría decirse que es uno de esos ‘21’ a los que adoraba en mi infancia.

Link: http://realvalladolid.elnortedecastilla.es/noticias/201501/27/eterno-20150126205734.html


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