Juan Ignacio Martínez debe estar asombrado con la mala sombra que persigue a la forma física de los suyos. La pretemporada ha sido exigente y debería haber servido para poner a tono a todos los jugadores. Sin embargo, una parte considerable de la plantilla ya ha sufrido dolencias físicas e incluso se ha quedado en la grada al ser incapaces de jugar debido a ese estado.
El protagonista esta semana del culebrón de molestias es Patrick Ebert. El teutón ha padecido los rigores de la sobrecarga de encuentros, dos seguidos después de volver de un mes de baja, y en la sesión celebrada tras retornar de la Comunidad Valenciana ha estado al margen a fin de recuperarse y ayudar a los suyos contra el Málaga. La hilera de jugadores lesionados que han estado con él es extensa, demasiado. Larsson, que lleva casi dos meses sin entrenar con normalidad, recibe la compañía del desdichadoVíctor Pérez, que pasará por quirófano para solventar sus problemas en la tibia. Esto conlleva unos tres meses sin verlo sobre el tapete verde.
De menor gravedad, por fortuna, son las lesiones de Álvaro Rubio, Óscar y el mencionado Ebert. El riojano tiene ya una edad, y adelantar plazos de recuperación podría ser fatal para el centrocampista, más aún al ocupar una zona en el campo donde el Pucela sufre carencias. En cuanto al salmantino, sus problemas de rodilla a buen seguro lo dejen en casa contra el Málaga y le permitan volver a jugar la semana siguiente, donde se rendirá visita al FC Barcelona.
El resto de jugadores ha trabajado a un ritmo normal. Aquellos que salieron de partida en el Ciutat de Valencia han entrenado con menor carga, mientras que los demás han estado ejercitándose una hora y media.
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