¿Qué dos atacantes pondrías tras el regreso de Óscar?

El buen rendimiento del colombiano y de Guerra deja abierta a la discusión lo que puede pasar cuando reaparezca Óscar
Muchos son los frentes que se le abren a Juan Ignacio Martínez después de cada partido. Más si se tiene en cuenta la frecuencia con la que los jugadores blanquivioletas visitan la enfermería del doctor Grande y que estamos en el periodo de pruebas típico de un equipo que no acaba de encontrarse a sí mismo después de siete jornadas de liga, con solo una victoria.
El partido del pasado viernes contra el Málaga hizo patente que la dupla que forman Humberto Osorio y Javi Guerra dota de muchas alternativas al juego de los pucelanos. Pero es una pareja de baile que ha surgido debido a las circunstancias del guion. La lesión de Óscar antes de la visita del Atlético de Madrid obligó al técnico alicantino a combinar las cartas de las que disponía para hacer que la baja del salmantino se notara lo menos posible.
Es cierto que Óscar no ha empezado este curso de la mejor manera, ni mucho menos. Comenzó con unos mareos que nublaban su visión pero de los que se recuperó a tiempo para ser titular ante el Athletic. Y hasta que llegó esa lesión de rodilla, su aporte en el ataque del equipo pasaba desapercibida, cuanto menos. Titular en todos los partidos en los que ha estado disponible, Juan Ignacio nunca ha cuestionado la valía e importancia del mediapunta en el juego del Valladolid.
Pero su lesión ha traído aires nuevos a Zorrilla. Las malas experiencias siempre aportan aspectos positivos, por pequeños que sean, y hay que saber hacer frente a ellos con mesura. La comentada lesión de Óscar hizo que entrara en escena Osorio. Después de hacer experimentos en el partido contra los del Cholo -seguro que por la poca antelación con la que se presentó la baja del salmantino-, el técnico decidió dar entrada al colombiano como acompañante de Guerra en la punta de ataque en el siguiente partido, contra el Levante.
La incursión del '7' del Valladolid hizo variar el esquema de juego. Del habitual 4-2-3-1 se pasó a un 4-4-2 que está cada vez más en desuso. A pesar de que el encuentro en Orriols no fue ni mucho menos vistoso, si que dejó sobre el tapete que jugar con dos puntas es una variante atractiva. Un hecho que se refrendó el viernes contra los malacitanos.
Y es que la entrada del colombiano hace que Guerra esté más en contacto con la formación de la jugada para dejar a Osorio la parcela de pegarse con los centrales. Un trabajo de dos que hace que las defensas rivales tengan que sudar tinta china para conseguir parar todo lo que puede generar en ataque el Real Valladolid.
El trabajo de Osorio es claro: ser el punta referencia que libere de marcadores a Javi Guerra. El delantero colombiano realizó el viernes su partido más completo. Nada más comenzar el partido ya hizo gala de su habilidad para desmarcarse y abrir huecos. Y una vez que encuentra esos espacios, se pega por ellos como si fuera la última jugada. Su trabajo es de corte sucio, que llaman. Es trabajo para el equipo, dado que su empeño sirve para generar segundas jugadas. Y es que otra de las cosas que sabe hacer muy bien Osorio es jugar de espaldas a la portería. Cubrir el balón, sacar culo y abrir la jugada a la banda para generar peligro.
Todo este trabajo deja a Guerra una tarea distinta de la que realizaba hasta la fecha. El malacitano se olvida de los desmarques continuos para abrir la defensa. Ahora es otro el que provoca fisuras en las zagas rivales. Él está para aprovecharlas.
Juega de Óscar, pero sin ser Óscar. Es un '10' de libro. Sus apoyos en corto con la medular permiten que muchas más pelotas pasen por sus pies con intención de encontrar la vía del gol. Se convierte en un jugador más importante para el ataque fluido del equipo.
En los últimos partidos se demuestra que Osorio hace mejor a Guerra. A pesar de los silbidos de algún sector de la grada, lo cierto es que el de Vélez está haciendo ver que es una pareja que funciona. Y cómo quedó demostrado con su gol -o golazo- contra el Levante, él se encuentra muy cómodo compartiendo tareas de ataque.
Por lo tanto, habrá que ver quién se queda fuera con la vuelta de Óscar. Tres jugadores para dos puestos. Óscar fue el hombre más decisivo de la pasada campaña. Guerra aporta movimiento y tres de los seis goles del equipo hasta la fecha. Osorio coopera con trabajo y brega como referencia del equipo.
Ahora la pelota está en el tejado de Juan Ignacio Martínez. Decidir sobre nuestros representantes en ataque, los que hacen sumar puntos al equipo. Bonito problema. Difícil papeleta.
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