El ex Pucelano cosecha más éxito en los fogones que en el terreno de juego
¿Hay vida después del fútbol? A veces incluso el triunfo llega fuera de los terrenos de juego y sino que se lo digan a Dragan Ciric. Por allá el año 1997 llegaba al Camp Nou un joven de Belgrado bajo la etiqueta de gran promesa de los Balcanes. De la mano de Van Gaal pasó dos temporadas en el club azulgrana con más pena que gloria pero tan a gusto estuvo en España que,tras colgar las botas, decidió probar suerte como empresario…y no le va nada mal.
De sus años en Barcelona guarda un gran recuerdo y grandes amigos,entre ellos Pep Guardiola,a quien admira y elogia. Tras su paso por el AEK Atenas, regreso al fútbol español con el Valladolid donde jugó cuatro temporadas. Su relación con España es tan estrecha que,una vez retirado, Ciric decidió abrir un restaurante de comida española en Belgrado llamado,atención al nombre evocador, ‘Milagro’. El padrino fue su gran amigo Savo Milosevic, ex del Zaragoza, Espanyol, Celta y Osasuna.
¿Por qué Milagro? El propio Ciric reconoce que lo que vivió durante su periplo en la liga española fue eso,un milagro. Porque,a pesar del fiasco que resultó ser ‘Ciro’, lo cierto es que guarda un gran recuerdo de esa etapa. “Llegué demasiado joven, por primera vez estaba fuera de mi país y también existía un competencia muy fuerte. En mi posición había muchos jugadores de primera clase. Pero el Barça me ayudó mucho y quedó en mi corazón para siempre”.
Pero lejos de lamentarse o caer en desgracia,el serbio se ha reinventado y de que manera! Su restaurante, muy moderno, con una preciosa terraza, está situado en Zemun, perteneciente a Belgrado, pero con su propio estilo en arquitectura debido a su larga vida bajo el imperio austro-húngaro cuando el río Sava era la frontera con Serbia. Está en la primera línea del Danubio, que se une con el Sava kilómetros más abajo. Se sirve jamón pata negra, queso manchego y otras especialidades españolas, como la paella y los chuletones, junto con platos puramente serbios.
Casi seis años después de abrir las puertas, Ciric lo tiene claro: “El balance siempre se hace al final de un proceso, pero si haces las cosas bien, acaba siendo positivo. Y eso es precisamente lo importante: hacerlo bien, sin ninguna presión. Si lo consigues, el éxito acaba llegando”.
Sin embargo,sus buenos resultados como empresario no le hacen descartar su vuelta al mundo del fútbol, esta vez como entrenador. Veremos si el serbio sigue los pasos de su admirado Pep o prefiere seguir al calor de los fogones.
Link: http://www.ilcatenaccio.es/es/2014/11/09/que-fue-dragan-ciric-barca/
¿Hay vida después del fútbol? A veces incluso el triunfo llega fuera de los terrenos de juego y sino que se lo digan a Dragan Ciric. Por allá el año 1997 llegaba al Camp Nou un joven de Belgrado bajo la etiqueta de gran promesa de los Balcanes. De la mano de Van Gaal pasó dos temporadas en el club azulgrana con más pena que gloria pero tan a gusto estuvo en España que,tras colgar las botas, decidió probar suerte como empresario…y no le va nada mal.
De sus años en Barcelona guarda un gran recuerdo y grandes amigos,entre ellos Pep Guardiola,a quien admira y elogia. Tras su paso por el AEK Atenas, regreso al fútbol español con el Valladolid donde jugó cuatro temporadas. Su relación con España es tan estrecha que,una vez retirado, Ciric decidió abrir un restaurante de comida española en Belgrado llamado,atención al nombre evocador, ‘Milagro’. El padrino fue su gran amigo Savo Milosevic, ex del Zaragoza, Espanyol, Celta y Osasuna.
¿Por qué Milagro? El propio Ciric reconoce que lo que vivió durante su periplo en la liga española fue eso,un milagro. Porque,a pesar del fiasco que resultó ser ‘Ciro’, lo cierto es que guarda un gran recuerdo de esa etapa. “Llegué demasiado joven, por primera vez estaba fuera de mi país y también existía un competencia muy fuerte. En mi posición había muchos jugadores de primera clase. Pero el Barça me ayudó mucho y quedó en mi corazón para siempre”.
Pero lejos de lamentarse o caer en desgracia,el serbio se ha reinventado y de que manera! Su restaurante, muy moderno, con una preciosa terraza, está situado en Zemun, perteneciente a Belgrado, pero con su propio estilo en arquitectura debido a su larga vida bajo el imperio austro-húngaro cuando el río Sava era la frontera con Serbia. Está en la primera línea del Danubio, que se une con el Sava kilómetros más abajo. Se sirve jamón pata negra, queso manchego y otras especialidades españolas, como la paella y los chuletones, junto con platos puramente serbios.
Casi seis años después de abrir las puertas, Ciric lo tiene claro: “El balance siempre se hace al final de un proceso, pero si haces las cosas bien, acaba siendo positivo. Y eso es precisamente lo importante: hacerlo bien, sin ninguna presión. Si lo consigues, el éxito acaba llegando”.
Sin embargo,sus buenos resultados como empresario no le hacen descartar su vuelta al mundo del fútbol, esta vez como entrenador. Veremos si el serbio sigue los pasos de su admirado Pep o prefiere seguir al calor de los fogones.
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