Óscar y Hernán Pérez, S.L.

El charro dio el primer tanto al paraguayo y este le devolvió la asistencia en el 2-0 • Su asociación, pendiente de la vuelta de Pereira

La sanción de Rubi obligó al técnico blanquivioleta a ver el partido desde una de las cabinas de prensa y desde allí estuvo enviando mensajes a su ayudante, Jaume Torres, que le sustituyó a pie de cancha. Hay entrenadores que reconocen en público que el fútbol lo ven mucho mejor desde las alturas que desde el banquillo, pero ninguno quiere aprovechar esta circunstancia, porque prefieren, sin duda, vivir de cerca la tensión de los partidos, desgañitándose con las órdenes a sus jugadores y no enviando mensajes a través del teléfono.

Pero desde la zona más elevada de la tribuna de Zorrilla, el entrenador del Valladolid habrá podido descubrir el buen entendimiento mostrado por Óscar y Hernán Pérez, que se guisaron y se comieron los dos primeros tantos que allanaron el camino del triunfo ante el Sporting.

Hernán es un chico muy joven que ha llegado cedido por el Villarreal para que demuestre en Segunda lo que podría ser capaz de hacer en Primera, después de la grave lesión de rodilla que cortó su proyección. Hasta ahora, el paraguayo solo había disputado los minutos de la basura en unos pocos partidos, pero las lesiones le han proporcionado una oportunidad que ha sabido aprovechar. Metió un primer gol de bandera y puso en bandeja a Óscar, para que hiciese el segundo, a modo de agradecimiento por el pase que el salmantino le dio para abrir el marcador.

Esos dos destellos deberían ser suficientes para ganarse la confianza del técnico y seguir formando parte de una próspera sociedad con Óscar González. El problema es que Jonathan Pereira regresa la próxima jornada ante el Betis, una vez cumplida su sanción, y que Mojica, que ya está muy mejorado de su esguince de tobillo, también reclamará su sitio. Claro que, mejor que los problemas lleguen por exceso que por defecto.

Noticia: MARCA







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