La salvación del Valladolid pasa por romper el gafe en Vigo

En sus doce últimas salidas tiene un balance de ocho derrotas y cuatro empates


Cada uno de los cinco partidos que va a disputar el Real Valladolid de aquí al final del campeonato se van a convertir en finales en las que pondrá en juego gran parte de sus opciones de permanencia en Primera división.

Teniendo en cuenta que los blanquivioletas están en estos momentos fuera de los puestos de descenso y que la salvación depende de sus propios méritos, los hombres de Juan Ignacio Martínez buscarán los tres puntos en todos los escenarios posibles, aunque tengan que luchar contra una dinámica que les ha hecho ganar solo seis partidos en lo que llevamos de la temporada.

Mientras en Zorrilla se está mostrando como un equipo sólido, el Real Valladolid ofrece una imagen completamente distinta a domicilio y, teniendo en cuenta que el primer partido se va a disputar en Vigo, va a tener que cambiar radicalmente su rendimiento si pretende volver con un triunfo de su visita al estadio de Balaídos.

De hecho, el cuadro castellano no gana un partido como visitante desde hace seis meses, cuando se impuso en el campo del Rayo Vallecano (0-3) para iniciar una larguísima travesía del desierto que le ha convertido en el segundo peor visitante de la categoría, con solo nueve puntos sumados de 51 posibles.

En los últimos doce encuentros que ha jugado lejos del Estadio José Zorrilla, el Real Valladolid ha sido derrotado en ocho oportunidades y ha empatado cuatro partidos, unos números que no se puede permitir en las dos últimas visitas de la temporada a los terrenos de juego del Celta y del Betis.

Sin pólvora a domicilio
Del mismo modo, el equipo dirigido por Juan Ignacio Martínez se ha quedado sin marcar en siete de esos 12 partidos, el último de ellos el empate de El Sadar ante Osasuna (0-0), mientras que en cinco de esos choques terminó recibiendo cuatro goles.

Una vez solventados los problemas defensivos del equipo y con tres jornadas consecutivas sin que Jaime recoja el balón del fondo de la red, la tarea del cuadro vallisoletano pasa ahora por intentar recuperar la puntería de sus delanteros ante una visita tan trascendental como la del próximo lunes a Balaídos.

Con 32 puntos en su casillero y la clasificación cada vez más apretada en la zona que lucha por la permanencia, una victoria fuera de casa puede convertirse en la llave que abra la puerta de la salvación.
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